Respondo unos mensajes

Agradezco profundamente -y respondo- los siguientes mensajes de los muchos que he recibido desde que escribo en la página web. De vez en cuando estaré haciendo esto mismo, con mucho gusto.

Estimado Jorge Palmieri:
Por este medio lo felicito por haber dado el salto hacia un periodismo totalmente independiente, en donde usted puede expresar lo que piensa y nosotros, como lectores, interactuar con su pensamiento. Estar o no de acuerdo con su punto de vista hará de esta interacción algo interesante y, por sobre todo, constructivo para nosotros y para la nación. Desde que supe de su página web me suscribí a la misma y no es sino hoy que supongo que la suscripción ha quedado activa. Felicitaciones.
Para ponerlo en antecedentes, soy nieto de Héctor Navarrete Vélez. Ustedes se conocieron en México. Mi abuelito siempre tuvo palabras muy cordiales y deferentes hacia su persona, y se que fue un estrecho colaborador de usted cuando fue Embajador de Guatemala ante los Estados Unidos Mexicanos. Siempre se expresó muy bien de su gestión como Embajador.
Usted y yo nos hemos cruzado algunas veces en algún supermercado de la capital y siempre ha sido un gusto estrechar su mano y conversar por algunos minutos.
Le deseo toda clase de éxitos en su nueva etapa periodística, agradeciéndole a Dios por poder seguir disfrutando de sus comentarios diarios.
Un cordial saludo
Estuardo May Navarrete.
Respuesta: muchas gracias por sus estimulantes palabras, señor May Navarrete. En efecto, estoy feliz y contento de estar gozando de libertad para escribir lo que quiero sin tener que soportar a ninguna persona insoportable como el ingeniero José Rubén Zamora que pretenda censurarme por sus compromisos políticos, económicos o personales, como me sucedía a menudo en El Periódico. Es verdad que tuve el honor y el placer de conocer a su abuelo y fuimos buenos amigos. Durante los años que serví aa Guatemala como Embajador en México, él colaboró conmigo en muchas cosas, principalmente para ayudar a los compatriotas que tenían un problema económico porque habían perdido o les habían robado su dinero y necesitaban una ayuda para poder regresar a Guatemala. Además, en su fundición fabricaron el escudo de Guatemala que puse en la entrada de la residencia en la calle Sierra de la Breña. Pero lo mejor de todo fue gozar de su caballerosa y siempre grata compañía y la de su esposa. Le agradezco que me lo haya hecho recordar porque es una persona de quien guardo muy gratos recuerdos.

Señor Palmieri:
Lamento mucho que ya no siga escribiendo en El Periódico porque yo era un fiel lector de su columna. Gente como usted cuesta encontrar en esta linda Guatemala. Que le diga sus verdades a un montón de bullangueros que saludan con sombrero ajeno y que hacen daño sin haber investigado más. Que Dios lo bendiga.
Jaime Eduardo Villatoro Calderón.
Respuesta: muchas gracias señor Villatoro Calderón. Para ser franco, yo me alegro mucho de haber salido de El Periódico principalmente porque ya era insoportable tener que estar recibiendo constantes llamadas telefónicas del ingeniero Zamora para censurar algo que yo había dicho o había querido decir. Me gusta mucho más dedicarme a esta novedosa experiencia del periodismo cibernético antes de que llegue el último día de mi vida que, lógicamente, ya no está muy lejos.

Gracias señor Palmieri:
Recibí su E-mail de confirmación de mi suscripción a su página web. Creo que solamente ese era el motivo por lo que acuso recibo de mi deseo de haberlo agregado a mis ?favoritos? en el IE. Lo felicito por tener una pequeña dosis diaria de información periodística de alto nivel. Su crónica no solamente es profesional en su ámbito, sino que, además, es muy entretenida y hasta a veces con un toque humorístico. Hasta la fecha es el único periodista en nuestro medio que utiliza realmente la tecnología de punta para demostrar que también sabe nadar en aguas independientes.
Un fuerte abrazo, y ojalá que lo tengamos mucho más tiempo enriqueciendo a la opinión pública con ese particular estilo de escribir y comentar nuestro acontecer nacional.
Vernick Alexander Paz V.
Respuesta: Gracias a usted señor Paz. Me alegra que esté suscrito a mi página web y me comprometo a que mientras Dios me dé vida y salud trataré de seguir escribiendo cosas interesantes para mis lectores, con información fidedigna y mucho sentido del humor. No olvido que uno de mis catedráticos de periodismo solía decir que es imperdonable que los editorialistas y columnistas escriban sin sentido del humor. Yo estoy completamente de acuerdo con él porque son insoportables lquienes se toman demasiado en serio.

Señor Palmieri:
Siempre he leído su columna. Algunas veces me enojaba al leerlo y otras me encantaba y me sentía contenta por lo que usted escribía. Y eso mismo para mi era una muestra de que usted es un verdadero periodista que no está al servicio de nadie y sólo escribe apegado a una ideología. A mí esa clase de periodistas me aburren desde que veo sus columnas. Ya se que son objetivas y denotan que usted es un periodista valiente. Jamás me gustó El Periódico porque sé quién es el señor Zamora, pero lo leía sólo por leer su columna. Y cuanso usted dejó de escribir mandé un E-mail diciéndoles que yo leía ese matutino únicamente por usted y que nunca más gastaría un sólo centavo por ellos. Y además les dije lo mucho que me gustaban sus artículos. Pero jamás lo publicaron. Soy una de sus ?cuatro gatos? que lo leían y le agradezco que ahora tenga su página web en la cual todavía se le puede seguir leyendo. Verdaderamente disfruto sus columnas. Muchas gracias.
Jeannette de Castillo
P.D.: Me di el gusto de decirles a las personas que me llamaron a semana pasada para preguntarme si quería renovar mi suscripción a El Periódico, que sin las columnas de Palmieri ese pariódico no entra a mi casa ni regalado.
Respuesta: Muchas gracias por sus palabras de apoyo, estimada señora de Castillo. Tengo informes dignos de crédito que fueron muchas las personas que dijeron lo mismo que usted a El Periódico cuando les llamaron para preguntarles si querían renovar su sucripción. Cómo estará de aburrido ese periódico con ese monón de “columnistas” improvisados, que ya no llevan el conteo de los espacios “más visitados”.

Apreciado amigo de antaño:
Espero que los correos te lleguen por esta vía. Tengo muchas cosas que comentar y evocar contigo, pero primero es necesario confirmar que el correo te llega por esta vía. Te ruego confirmar la recepción de éste para establecer contacto y revivir una vieja amistad que no tiene por qué mermar. Menos aún cuando hemos compartido tantas cosas y vivido momentos grandiosos e inolvidables.
Un abrazo de alguien que mantiene tu amistad en el recuerdo y en el presente como valiosa y de gran riqueza.
Miguel Emilio Aparicio.
Respuesta: Me alegra haber recibido tu mensaje y tu deseo de seguir cultivando nuestra vieja amistad. No veo por qué no podemos continuar siendo tan buenos amigos como lo hemos sido en el pasado sólo porque no creo que el eminente doctor en Matemáticas y Energía Nuclear Eduardo Suger Cofiño -tu candidato a la Presidencia- tenga la menor posibilidad de ganar las próximas elecciones.

Estimado Jorge:
Habiendo sido uno de los ?4 gatos? que siguen tu columna, no me sentí bien al no ver tu columna en El Periódico que recibo todas las mañanas mientras que no se venza la suscripción. Escribí un par de e-mails pidiendo explicaciones mas no los publicaron ni me contestaron. Sabiendo que ambos tenemos una edad venerable se me ocurrió pensar que tal vez no estabas bien de salud u otras razones. No tengo tu teléfono, ya que los dos alemanes que llegaron no me dejan saber dónde lo escondí. Tampoco tenía tu E-mail que ahora saqué (espero que funcione) del envío que me hiciste de tus artículos. Espero seguirte muchos años más y es una lástima que viviendo tan cerca no nos miremos de vez en cuando. Te mando un abrazo y aprovecho también con anticipo de hacerte augurios de una tranquila y buena Semana Santa.
Tu amigo
Germano Bezzina
Respuesta: muchas gracias, amigo Germano. Que no te sorprenda que en El Periódico no hayan publicado tus E-mails preguntando por mis huesos, porque entre los empleados de esa empresa hay algunas gentes que no pueden verme ni en pintura por mi manera de pensar y de expresarme. Agradezco tu deseo de seguir leyéndome, pero no te garantizo que será por ?muchos años? porque ya he cumplido 78 y me faltan siete meses para cumplir 79, si acaso los llego a cumplir. Porque, como comprenderás, ya va siendo hora de que haga mutis y descanse en paz después de haber dedicado toda mi larga vida a este oficio tan difícil, incomprendido y muy mal remunerado.

Señor Palmieri:
Es para mi todo un gusto poder escribirle y decirle que en mi familia lo queremos mucho por ser el único capaz de decir lo que piensa y sin temores. Antes, le soy sincera, pensaba que era muy abusivo cuando escribía. Sin embargo, mi mamá también es de las que compraba El Periódico sólo por leerlo a usted. Ahora que usted escribe en su página web lo leo pues le imprimo a mi mamá todos sus artículos. Al menos los que puedo. Y siempre me parece muy ameno y franco. La franqueza, a mi juicio, es una de las mejores virtudes que una persona pueda tener, pero lamentablemente trae consecuencias. Déjeme decirle que usted es una persona de admirar y que sería muy intresante que hiciera un libro con todos los chismes, vida y milagros de a saber cuánta gente que usted debe conocer, pues a pesar de que sólo tengo 27 años he oído muchas historias de gente de este país y aún creo que Guatemala es un pañuelo. Estoy segura de que su libro sería todo un hit.
Bueno, me despido y espero que pueda leer mi correo. Deseo para usted muchas bendiciones, éxitos y, sobre todo, más creatividad y honestidad. Y ¿por qué no?, un poco de descaro.
Atentamente,
Anabela de León Martínez
P.D.: Nada que ver con la señora diputada.
Respuesta: muchas gracias señorita de León Martínez. Trataré de complacerla mientras pueda. Pero no garantizo que será por mucho tiempo, sino solamente mientras Dios quiera.

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