Hoy todavía no he dormido ni un sólo minuto, a estas horas de la madrugada, pero no podría ir a descansar sin escribir por lo menos unas palabras sobre la gratísima impresión que me causó haber gozado del inolvidable espectáculo que nos ofreció anoche la extraordinaria intérprete guatemalteca Annaby en el Salón de Convenciones del hotel Camino Real. No podría irme a descansar sin haber expresado la insólita satisfacción que me causó el show que Annaby nos brindó anoche para celebrar 20 años de su exitosa carrera profesional.
Durante los muchos años que he vivido he tenido oportunidad de aplaudir muchos espectáculos como el que nos ofreció anoche esta atractiva compatriota, pero puedo asegurarles que pocas veces en mi vida estos han sido tan satisfactorios. El show de anoche de Annaby tuvo más de tres horas de duración y el numeroso público que la aplaudió con insólito entusiasmo, en este país donde generalmente el público es tan poco expresivo, hubiese querido que continuase durante mucho tiempo más.
Mañana voy a dedicar todo este espacio a hacer un comentario pormenorizado de esta inolvidable noche en la cual Annaby y su fabulosa orquesta, integrada por cerca de 20 notables solistas, de primera calidad, nos ofrecieron un espectáculo realmente extraordinario e inolvidable. Por de pronto, antes de decir ?buenas noches?, por lo menos quiero adelantar que, en mi opinión, esta guapa intérprete guatemalteca es motivo de orgullo nacional y me siento muy afortunado de gozar de su amistad. Si de algo pueden servirle mis palabras, le digo que Guatemala debe sentirse muy orgullosa de ella, como me siento yo.
Hasta mañana entonces.
