?¿Por qué no te callas??

El título de este artículo fue la pregunta que le hizo el rey de España, Juan Carlos de Borbón, al teniente coronel Hugo Chávez Frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, durante una de las sesiones de la última Cumbre Iberoamericana que tuvo lugar en Santiago de Chile, la cual mereció que el compositor venezolano Luis Aguilé, radicado en Madrid, compusiese una graciosa canción con ese título que ha dado la vuelta al mundo. No creo indispensable volver a publicarla hoy, pero traigo a cuento su título para dirigirme al doctor y eminente cirujano cardiovascular Rafael Espada, actual Vicepresidente de la República, por las impertinentes e inconvenientes declaraciones desatinadas que dio al diario oficial de la dictadura comunista de Cuba Juventud Rebelde durante su reciente viaje oficial a esa isla, lo cual provocó que ayer el diario local Siglo Veintiuno le dedicara su Editorial titulado ?Grave desatino vicepresidencial?, que se explica por sí mismo y voy a reproducir para comentarlo posteriormente:
?En Cuba, Rafael Espada se envalentonó y la emprendió dura y falazmente contra los empresarios y la prensa nacional. Equiparar la actividad productiva con el crímen organizado, más que irresponsables, son un insulto que promueve la polarización.
?Aunque el vicepresidente de la República, Rafael Espada, se ha hecho notar por ciertos enfoques muy peculiares de los problemas nacionales, a menudo de sentido contrario a los expresados por el presidente Álvaro Colom, parece que el sólo hecho de estar en Cuba le dio ánimos para emitir criterios que promueven la polarización de la sociedad guatemalteca.
?Según consigna el diario oficial Juventud Rebelde, en una entrevista al vicemandatario responsabilizó a los sectores de poder económico ?como él los denomina- y a la prensa local, por no querer que ?salgamos adelante?, en referencia al recién estrenado gobierno.
?En su impetuosa como irresponsable declaración, Espada llegó al grado de equiparar el nivel de lo que él denomina ?amenaza del poder económico? con las del narcotráfico y otras formas del crimen organizado.
“Al leer semejantes insolencias, le sugerimos al ilustre galeno revisar sus conceptos económicos y políticos, a fi de aplicarlos en el contexto y con la propiedad que exige el alto cargo que desempeña. Quizá así se dé cuenta, entre otros aspectos, que ese sector empresarial al que critica con encono, ha empeñado sus mayores esfuerzos en alcanzar el crecimiento económico a la vez que genera su mejor contribución para que el país avance en desarrollo humano.
“Debería revisar, además, por qué Guatemala es la economía más fuerte de Centroamérica. Incluso, haría bien en informarse acerca de las cifras de generación de empleo logradas por ese sector al que vilipendió en la isla caribeña.
?En cuanto a la prensa, entendemos su disgusto porque los medios de comunicación no se han pretado a divulgar sólo aquellos que es del gusto de los mandatarios. Por supuesto, hemos dado cobertura a sus actividades pero sería inconcebible y cómplice, callar ante desatinos como la sobrevaloración, no aclarada, en la remodelación del aeropuerto La Aurora, o en ocultar la gravedad de que los diputados oficiales utilicen su investidura para reclamar nombramientos para sus allegados.
?En todo caso, doctor Espada, si considera que nuestro desempeño le ha señalado injustamente, Siglo Veintiuno le ofrecesus páginas, muy cordialmente, para que aclare con toda libertad aquellos hechos que considere que afectan a su persona o al gobierno que representa.
?Nos parece que usted no ha encontrado aún la diferencia entre hacer proselitismo electoral y las responsabilidades del delicado cargo que ostenta. Mientras llega ese momento, haría bien en no envalentonarse para lanzar epítetos que sólo lesionan y ofenden a nuestra sociedad?. (Fin del Editorial)
Comienzo por decir que guardo el más alto respeto por Rafael Espada en lo personal y, sobre todo, por su reconocida calidad de eminente médico y cirujano cardiovascular que mereció ser muy destacado en el hospital Metodista de Houston, Texas. Pero luego tengo que agregar que, salvo por algunas fallas en su puntuación, estoy totalmente de acuerdo con el contenido del Editorial que he reproducido, pero considero necesario hacer unos comentarios.
Es verdad que, en su calidad de Vicepresidente de la República, el doctor Espada ha emitido públicamente unos cuantos comentarios inconvenientes y que probablemente el gobierno del que forma parte habría preferido que se hubiese abstenido de abrir la boca para evitar problemas.
Y es que no hay que olvidar que si bien el doctor Espada es internacionalmente reconocido por su elevada calidad profesional, no ha tenido experiencia como político y apenas está comenzando a aprender cómo debe desempeñar la responsabilidad de Vicepresidente de la República. No es lo mismo empuñar un bisturí para hacer una operación de corazón abierto que abrir la boca para dar declaraciones públicas que comprometen al gobierno del que forma parte. Por consiguiente, es explicable -pero no justificable- que algunas veces diga alguna cosa con la que, como se dice popularmente, ?mete la pata?. Dicho en otras palabras, ese distinguido caballero y famoso galeno ha dicho ciertas cosas que habría sido mejor que las hubiese callado. Pero tal parece que el doctor Espada no sabe cuándo, en su calidad de Vicepresidente de la República, sería mejor para el gobierno del que forma parte que fuese prudente y guardara prudente silencio.
Antes de viajar a Cuba dijo que iba a traer unos médicos cubanos para que trabajen en nuestro país, pero no tomó en consideración que está prohibido por la ley en Guatemala que cualquier persona se desempeñe como médico si antes no se ha incorporado al Colegio Médico.
Este detalle debió tomarlo en consideración como profesional de la medicina y como alto funcionario público que es. Luego, si bien él sabe que la medicina en Cuba puede estar muy avanzada y que hay miles de médicos en la isla, al extremo que hay un médico para cada 6 personas, eso no necesariamente significa que todos los médicos cubanos rurales están igualmente calificados. Después rectificó el discurso, quizás porque alguien le dijo al oído que cometía un error, y declaró que había que dar especial atención a los guatemaltecos que hayan estudiado medicina en Cuba cuando regresen graduados a nuestro país. Lo cual es como jugar lotería o juzgar a priori. Supongo que él comprende que primero tendría que evaluarse hasta qué punto esos médicos rurales podrían merecer un trato privilegiado sobre los médicos guatemaltecos que estudiaron en nuestras universidades. Es probable que más de alguno de esos médicos rurales no sea más que un paramédico, o un enfermero, que no merece ostentar el título de doctor.
Pero lo que no tiene ni madre es que el doctor Espada se haya olvidado que en Cuba gobierna una dictadura comunista en la que no existe la libertad de expresión y que los únicos periódicos que hay son los diarios oficiales Granma y Juventud Rebelde. Y hay un dicho popular que aconseja ?no hacer ruido de tusas donde hay ganado flaco?. O sea que no es sensato criticar allá a la prensa guatemalteca cuando allá no hay libertad de expresión ni de prensa porque solamente se publica lo que autoriza el régimen comunista dictatorial.
Por otro lado, es un contrasentido que el doctor Espada, que hizo su respetable fortuna ejerciendo la medicina en los Estados Unidos de América, pero ahora fue a La Habana acompañado del diputado Pedro Palma Lau, quien cuando era guerrillero durante el conflicto armado usaba el nombre de guerra ?comandante Pancho?, para aplaudir a un sistema político y económico comunista y estrictamente dictatorial en el cual no existe la libertad y los médicos más calificados tienen sueldos mensuales de 150 pesos cubanos pero una libra de carne de marrano, por ejemplo, cuesta 25 pesos, los servicios de agua y electricidad son muy costosos y todos los alimentos hay que conseguirlos en el mercado negro que no es accesible a muchos. Por todo eso es que se sienten en la gloria los médicos cubanos que prestan sus servicios en nuestro país, por quienes el Estado guatemalteco paga honorarios al gobierno cubano.
Ni tiene sentido tampoco que se retrate con el fondo de una foto monumental del doctor Ernesto ?Ché? Guevara, a sabiendas de que este aventurero argentino no fue un profesional de la medicina que hizo honor al juramento hipocrático de salvar vidas, sino fracasó como médico, como funcionario público y como aventurero en Angola y en Bolivia, donde mató a muchas personas.
Finalmente, ya es hora de que el doctor Espada comprenda, de una vez por todas, que la ropa sucia se debe lavar en casa y si tiene algo que criticar de Guatemala debe hacerlo aquí y no en el extranjero, y que si bien en su calidad de médico y cirujano cardiovascular puede decir lo que mejor le parezca, o lo que le dé su regalada gana, como Vicepresidente de la República no debe andar abriendo la boca a diestra y siniestra sin tener el cuidado de medir muy bien las consecuencias de lo que dice.
No se trata de pretender impedir o limitar la libertad de expresión de ese distinguidocompatriota y eminente cirujano cardiovascular, sino sencillamente de hacerle comprender que ahora cuando habla no lo hace en forma personal, ni como un eminente profesional de la medicina que es, sino en su calidad de Vicepresidente de la República. Y como tal debe cuidarse de no andar diciendo babosadas o cosas insensatas, inconvenientes o desatinadas.
Finalmente, fue como un desaire que después de haber declarado indiscretamente que tenía deseos de saludar al dictador Fidel Castro, éste no le haya hecho el menor gancho cuando, por otro lado, ha recibido a su amigo “Gabo”, el escritor Gabriel García Marcos, y a los presidentes de Brasil y de Venezuela, Luiz Lula da Silva y Hugo Chávez. Pero al vicepresidente de Guatemala no lo recibió ni siquiera el sucesor Raúl Castro porque, apegándose rigurosamente al protocolo, únicamete lo atendió el vicepresidente Lange. Eso se sacó Espada por cometer la imprudencia de escoger primero viajar a Cuba en vez de haber ido antes a El Salvador, por ejemplo, a donde apenas irá mañana, siguiéndole los pasos de la “primera dama diferente”, Sandra Torres Casanova de Colom, quien viajará hoy rumbo a Cuscatlán acompañada de un buen número de guardaespaldas.

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