* Explicaciones que no satisfacen
No son satisfactorias las explicaciones que han dado al país el doctor Arturo Eduardo Meyer Maldonado, todavía presidente titular de la Junta directiva del Organismo Legislativo y Congreso de la República, actualmente con dos meses de permiso de ausencia sin goce de sueldo, quien afirma que esto talmente inocente de la inversión de Q.82.8 millones en la cuenta 500194266023 en el Banco Uno de la casa de bolsa Mercado de Futuros, S.A. (MDF) y responsabiliza de esa operación a su ex secretario particular Byron Sánchez Corzo y a Benvenuto José Conde, ex director financiero del Congreso y alega: ?No soy culpable de nada; los diputados están encausando mal sus demandas. Esto tiene cariz político; quienes hoy me están denunciando, van a quedar mal después de las investigaciones que solicité al Ministerio Público?. Mientras que su correligionario en el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), diputado Mario Taracena Díaz-Sol, jefe de la bancada en el Congreso de ese mismo partido, afirma que no lo apoyarán ?No lo vamos a respaldar. El futuro de Meyer es claro: tribunales, jueces y que se compre su tacuche anaranjado? (el uniforme de los presidiario). Y agregó: ?Funcionarios de administraciones pasadas han jineteado fondos públicos y están presos”. Y sentenció: “¡Ese es el futuro de Meyer!?
No satisfacen tampoco las explicaciones de su antecesor, el diputado Rubén Darío Morales, hasta hace pocas horas diputado del partido de Avanzada Nacional (PAN), del que renunció ayer sorpresivamente sin dar ninguna explicación, contra quien el Ministerio Público (MP) está tramitando un antejuicio por los presuntos delitos de lavado de dinero y concusión por haber recibido un cheque en el año 2007 por Q300 mil por el traslado de Q.16.2 a esa misma empresa. Morales insiste que esa operación fue hecha a sus espaldas y agrega que el tema se está manejando en forma política y se le quiere involucrar en esa operación “como una cortina de humo para desviar la atención de otros problemas y se está manejando de forma política en lugar de trabajar por la gobernabilidad o por paliar la crisis económica?.
Tampoco son satisfactorias las explicaciones que ha dado el general retirado Otto Pérez Molina, secretario general del partido político denominado Patriota y ex candidato presidencial del mismo partido sobre su presunto involucramiento con la casa de bolsa Mercado de Futuros, S.A. que, según las investigaciones de la Intendencia de Verificación Especial (IVE), depositó el cheque del Congreso en la cuenta 027-010227-7 de Mercados de Futuros en el Banco Industrial, donde a su vez compró un cheque de caja 2497948 a favor del Banco Uno por un monto de Q.688 mil 500 que el 17 de marzo fue depositado en la cuenta personal de Otto Fernando Pérez Molina con número 170194283018, y a continuación éste militar retirado emitió varios cheques: uno por Q.76 mil 577 a nombre de la Compañía de Equipos de Aire Acondicionado y Servicios, S.A., otro por Q310 mil a nombre de Rosa María Leal de Pérez (su esposa), otro por Q.90 mil a nombre de Gabriel Guerra, otro por Q100 mil a nombre de Grupo Pixel, S.A. y otro por Q.52 mil a nombre de Arquitectura 4, S.A. El fiscal contra la corrupción, Omar Contreras, declaró sobre estos datos: ?Ahora tenemos que establecer si los fondos que llegaron a una cuenta de Pérez Molina provienen de los recursos que el Congreso invirtió en la casa de bolsa, y anunció que el MP va a solicitar la liberación del secreto bancario de las cuentas del general retirado que basó su campaña electoral ofreciendo ?mano dura? durante su gobierno.
Al escuchar en un noticiario de televisión, sus airadas acusaciones contra el presidente Álvaro Colom acusándole de estar “ejecutando un juego peligroso” y sus amenazas contra el Superintendente de Bancos Edgar Barquín, acusándole de estar violando su secreto bancario, una dama incrédula que no quedó en lo más mínimo satisfecha con lo que dijo comentó: ?¡Qué mano dura ni que ocho cuartos! ¡Lo que tiene este chafa es cara dura!?
* Edmond Mulet en Guatemala
Desde hace una semana se encuentra en el país el licenciado Edmond Mulet, gozando de un merecido descanso al lado de su esposa y demás familia, además de sus numerosos amigos, entre quienes tengo a honra contarme. El licenciado Mulet es ex presidente del Congreso y ex embajador en Washington y en Bruselas, y actualmente desempeña en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el importante cargo de Subsecretario General para las Operaciones de Mantenimiento de la Paz. Lástima que en Guatemala no hay paz que mantener porque, lamentablemente, desde hace largo tiempo no vivimos en paz.
* México es país de obesos
Llaman a evitar tratamientos de mercadotecnia que confunden y deprimen a las personas.
En México, la obesidad es considerada por el sector salud ?un foco rojo?, ya que el país ocupa el segundo lugar en el mundo de obesos después de los Estados Unidos de América.
En la actualidad, 69 por ciento de los mexicanos padece de sobrepeso y 30 por ciento de obesidad, debido a la falta de una cultura alimentaria.
De acuerdo con una muestra poblacional tomada para la Encuesta Nacional de Enfermedades Crónicas que se llevó a cabo en el año 2000, 19.8 millones tienen sobrepeso y 12.1 millones presentan obesidad; sin embargo, sólo 20 por ciento acuden al médico para poder bajar de peso y el resto recurren a las llamadas dietas milagro, afirmó la sicóloga Dunia de Martini, del hospital de siquiatría doctor Héctor Tovar Acosta, del IMSS.
Durante la conferencia Sicología, Mitos y Realidades de la Obesidad, realizada en el Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional, la doctora de Martini asentó que en esta enfermedad ?que incluye trastornos como bulimia, anorexia, potomanía y vivorexia? se han descuidado los aspectos sicológicos y sociales de los pacientes, quienes se enfrentan a una sociedad obesofóbica.
?La persona obesa es juzgada físicamente menos atractiva, carente de voluntad y conducta, con una imagen corporal negativa; es tímida y siente vergüenza, por lo que tiende a mantenerse aislada y por eso en ella es frecuente la depresión?, detalló. Agregó que una encuesta reveló que los niños obesos son considerados por sus compañeros como ?estúpidos, feos, tramposos y mentirosos, y como estudiantes son menos reconocidos?.
En México, uno de cada tres adolescentes tiene sobrepeso; 26 por ciento de los niños entre 5 y 11 años padecen obesidad, índice que en nueve años aumentó ocho puntos porcentuales; 42.7 por ciento de la población entre 45 y 49 años se encuentra con sobrepeso, en tanto que la mayoría de la población con sobrepeso y obesa se localiza, según los estudios de salud, en los estados del norte, en Yucatán y Campeche.
Crecimiento alarmante
En tanto, Nora I. Rodríguez Bravo, jefa de nutrición y dietética del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional, dijo que es alarmante el ascenso de la población con sobrepeso debido a los malos hábitos de alimentación.
?La gente debe empezar a cuidar su salud, ya que no se trata sólo de un asunto de estética; incluso, en la Cámara de Diputados hay una propuesta de educación nutricional que, de aprobarse, ayudará a la población a mejorar? su forma de alimentarse..
Pero también hizo un llamado a los medios de información, particularmente a los electrónicos, para que los programas donde se ofrece orientación en torno a la alimentación se transmitan en horarios de mayor audiencia, ya que los estudios realizados por especialistas del Instituto Mexicano de Seguridad Scocial (IMSS) revelan que la gente se refugia en la comida para evadir problemas económicos, morales, de pareja y laborales.
Puntualizó que la obesidad es una enfermedad multifactorial que no se debe atender con ?tratamientos milagrosos? a base de productos naturales, los llamados light, fibras, laxantes y diversos elementos de mercadotecnia que sólo confunden y deprimen a las personas, además de que agravan su salud.
*Mi Disculpa
Les ruego que disculpen mi retraso de hoy para publicar este blog, pero estaba muy cansado después de haber escrito el largo tamagás que publiqué ayer por el Día del Padre y de haber cocinado un sabroso almuerzo para varios invitados, y por la noche tenía demasiado sueño y, en vez de escribir durante la madrugada, dormí sabrosamente hasta bien entrada esta mañana, por lo que no pude publicar antes estas notas.
Mañana será otro día, si Dios quiere.
