El día que fue asesinado Colom Argueta.

A mí no me lo contaron, sino lo viví.
Ésta no es la primera vez que lo cuento, pero hoy lo repito por cumplirse treinta años de su asesinato y lo recuerdo como si hubiese sido ayer: un día antes había llegado de México –donde estaba desempeñando el cargo de embajador de Guatemala– con el propósito de ultimar detalles para la visita programada del presidente de ese país, licenciado José López Portillo, la cual lamentablemente se frustró al final de cuentas por las amenazas de muerte que hizo por la prensa el partido Movimiento de Liberación Nacional (MLN) porque le acusó de que su gobierno estaba apoyando a los guerrilleros, y después de haber hablado con el Canciller de la República, ingeniero Rafael Eduardo Castillo Valdés, me dirigí a Casa Presidencial, a donde había sido invitado a almorzar por el Presidente de la República, general Fernando Romeo Lucas García. Toqué la puerta de la esquina de la 6a. avenida y 5ª. calle, que era la que entonces se empleaba, y me abrió un joven oficial de apellido Ligorría a quien sus compañeros del Estado Mayor Presidencial le decían El chino, y después de saludarme me dijo: ?Creo que hoy no le va a poder recibir el señor presidente Lucas porque está muy triste y encerrado en su dormitorio?. Lo primero que me pasó por la imaginación era que quizás había fallecido su querida madre, a quien el mandatario amaba en forma entrañable, pero pregunté: “¿Por qué está triste y encerrado el general Lucas?”, a lo que me contestó con otra pregunta: “¿Todavía no se ha enterado usted de lo que pasó esta mañana?” y después de que le respondí con una negativa me dijo: “¡El licenciado Manuel Colom Argueta fue asesinado!”
¡Me quedé estupefacto y anonadado! “¿Cómo fue asesinado?”, pregunté. Y aquel oficial que era uno de los preferidos del general Lucas, según decían sus compañeros de trabajo, con mucha tristeza reflejada en su rostro me contestó: “Lo mataron a balazos cuando manejaba su carro por la zona nueve”. Y al franquearme la puerta para invitarme a tomar asiento en la sala de espera, agregó: “Espere un momento, embajador, porque voy a informar al señor presidente que usted está aquí”, y entró.
Pocos minutos más tarde regresó para decirme: ?Dice el señor presidente que por favor pase adelante porque le va a recibir, aunque no tiene ganas de almorzar?.
Y al llegar a la sala junto al comedor encontré de pie al alto y fornido militar y no me fue difícil percatarme de que tenía los ojos muy rojos e inflamados. “Pasá adelante vos, que necesito tomarme un trago con un buen amigo”, me dijo al extenderme la mano e invitarme a tomar asiento. Después, con la voz quebrada, me dijo: “¡Mataron a Memito estos hijos de la gran puta!” Lógicamente, le pregunté: “¿Quiénes son esos hijos de la gran puta que lo asesinaron?” Y sin titubear me respondió: “Yo no sabría decirte quiénes fueron las autores materiales, porque no lo se, ni lo sospecho, pero sí te puedo decir que lo mataron por órdenes de algún militar que quiere ser mi sustituto en la presidencia y no quiere tener una competencia en las elecciones como la que indudablemente habría podido ser la candidatura de Memito ahora que su partido político ya está autorizado”. “Cuál de todos los militares podría ser el autor intelectual?”, le pregunte, y me contestó: “Mirá vos, el militar más poderoso actualmente entre todos mis compañeros en el Ejército es el general Cansinos, pero yo no me atrevería a acusarle de ser el autor intelectual… aunque hay algunos que sospechan que él pudo haber sido”.
En el transcurso de la larga conversación que sostuvimos sobre ese tema, me contó que había conocido en San Salvador a “Memito” (como él llamaba al licenciado Manuel Colom Argueta) y habían hecho una estrecha amistad a través de un amigo mútuo, el licenciado Francisco Villagrán Kramer, a quien conoció cuando ambos eran diputados en la Asamblea Nacional Legislativa. Y en cierto momento agregó: ?¡Me habían prometido que nunca le iban a hacer nada a Memito, porque les dije que no sólo era mi amigo, sino nosotros no habríamos podido ganar las elecciones sin su apoyo y el de sus partidarios!?
Ésto ya lo había contado, repito, pero hoy lo he vuelto a contar para hacerle justicia a ese difunto ex presidente que fue mi amigo, y también yo fui amigo suyo, de quien después de haber sido derrocado por unos jóvenes oficiales se le ha venido echando la culpa de todo lo malo que ocurrió en el país y únicamente se habla de la terrible represión de su gobierno para combatir a la subversión guerrillera, pero nunca se recuerda que éste también construyó 18 hospitales y 300 institutos, construyó carreteras por toda la república y reconstruyó la vieja carretera a la Antigua, el Puerto Quetzal y gracias a él tenemos energía eléctrica producida por la planta de Chixoy y de no ser por ésta hoy estaríamos a oscuras. Además, ya se estaba construyendo también la planta de Chulac, pero cuando asumió el poder el general Efraín Ríos Montt canceló la obra.
Y gracias al gobierno del general Romeo Lucas García, hoy Guatemala no está gobernada por un régimen comunista satélite de la dictadura cubana de Fidel Castro, como Nicaragua bajo Daniel Ortega, y quienes no somos comunistas, ni deseamos que nos gobiernen los comunistas, no estamos huyendo y exiliados en algún país, como los cubanos que viven en los Estados Unidos de América o en otros lugares después de haber huído en balsas o como les fue posible de la dictadura comunista de los hermanos Fidel y Raúl Castro. Razón por la cual el general Lucas García debería merecer la Orden del Quetzal, como la que Álvaro Colom concedió y trató en vano de imponer (para salir poder con él en una foto) al dictador cubano Fidel Castro y también la entregó a la bandera de la SIECA, a pesar de que ya la tenía su ex director el actual canciller Haroldo Rodas, porque antes se la concedió el inócuo gobierno de Óscar Berger Perdomo, y hoy iba a ser entregada post mortem a la viuda de su tío Manuel, señora Anna Borghini, como lo han venido anunciando hasta la saciedad y con saturación el gobierno a través de PROPAZ, SEPAZ, FLACSO y la USAC, pero se han llevado un chasco porque ella no vino de Italia, donde reside, porque no aceptó la invitación con todos los gastos pagados con dinero del pueblo que le hizo su sobrino político.
Les deseo un FELIZ DOMINGO y hasta mañana… si Dios quiere.

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