MISCELÁNEA 15/05/2010

* El Dr. Espada dice la verdad… ¡aunque nos duela!

Primero en la edición cibernética de elPeriódico del jueves y después en el vespertino La Hora, se publicó una declaración por demás impertinente del doctor Rafael Espada, Vicepresidente de la República, que, como era de esperarse, ha provocado fuertes reacciones encontradas, tanto de parte de quienes se sintieron ofendidos y se indignaron, se rasgaron las vestiduras y rechazaron lo que dijo, como de quienes están de acuerdo y han aplaudido que el susodicho galeno haya tenido la franqueza y el valor de reconocerlo públicamente. Concretamente, el eminente cirujano cardiovascular, de fama internacional por sus experiencias en el hospital Metodista de Houston, Texas, catalogó a Guatemala como “un páis hipócrita, corrupto y mentiroso”, lo cual a muchos ha parecido impropio de una persona que ocupa tan elevada posición burocrática. Sobre todo porque hay que comprender que al referirse a Guatemala no está hablando de la belleza natural de nuestro país, de sus ríos, de sus lagos, de sus montañas y de sus volcanes, sino se refiere a sus pobladores, a los guatemaltecos. Y en vista de que generalizó, tenemos que reconocer que todos los chapines estamos involucrados en ese concepto… tanto usted como yo. Y si nosotros no respondemos a tales señalamientos, porque no somos funcionarios públicos ni estamos involucrados en ninguna actividad política donde abundan las mentiras y la corrupción, lo que nos corresponde hacer es simplemente decir “¡barajo mi trecho!”; y si acaso nos molestare más de lo debido, podríamos agregar: “¡reviro en contra!”. Pero si nos ponemos la mano en la conciencia histórica, tenemos que aceptar que el Dr. Espada ha dicho la verdad… ¡aunque nos duela! Es triste y lamentable, pero es verdad. No lo podemos negar sin pecar de hipócritas y mentirosos. Sobre todo si revisamos desapasionadamente nuestra historia y vemos las condiciones de vida de la inmensa mayoría de nuestros compatriotas que todavía viven en la miseria tan injusta como la que se vive en ciertos países de África, tenemos que reconocer que somos hipócritas y mentirosos.

En la edición de Internet de elPeriódico se invitó a los lectores a externar su opinión al respecto y se produjeron muchos comentarios, de los cuales la mayoría fueron negativos, de parte de lectores que, evidentemente, consideran que esas palabras constituyen un insulto a la dignidad nacional, particularmente viniendo del segundo de a bordo del actual Gobierno de Álvaro Colom que para muchos tiene estas mismas características. A continuación voy a reproducir tanto la primera como la segunda de esas publicaciones y, por último, otra que se hace hoy en el Editorial de Siglo Veintiuno, para que juzguen desapasionadamente por ustedes mismos, y al final agregaré un comentario personal.

Rafael Espada, Vicepresidente de la República de Guatemala.

Foto José Miguel Lam

Rafael Espada califica a Guatemala como “un país hipócrita, corrupto y mentiroso”

Comentario de vicepresidente causa varias reacciones en el Congreso. ¿Comparte usted esa opinión? ¿Qué opina usted?

El vicepresidente Rafael Espada inauguró hoy los trabajos de remodelación del Hospital de la Policía Nacional Civil acompañado del Ministro de Gobernación, Carlos Menocal, y el Ministro de Salud, Ludwin Ovalle.

En su discurso, Espada calificó a Guatemala como un país hipócrita, corrupto y mentiroso.  “Suena duro, pero es verdad”, expresó.

Este comentario causó varias reacciones en el Congreso de la República.  El diputado del Partido Patriota, Armando Paniagua dijo que es bueno que el vicepresidente reconozca que en Guatemala exista corrupción, pero lo malo es que no hacen nada para sacar a gente corrupta de su gobierno.  Hector Nuila, diputado del URNG, expresó que el vicepresidente lejos de estar señalando, debería estar trabajando de lleno en el problema de la corrupción. (Fin de la nota informativa publicada en la página web de elPeriódico)

Sobre este mismo tema, el vespertino La Hora publicó lo siguiente:

VICEPRESIDENTE: Dice que todos sabemos lo que pasa, pero no hacemos nada
Espada: “Guatemala es un país corrupto, mentiroso e hipócrita”

Andrea Orozco aorozco@lahora.com.gt

Guatemala fue calificada como un país “corrupto, mentiroso e hipócrita” por el vicepresidente Rafael Espada, y aunque no se refirió a un sector en particular, el vicegobernante aseguró que “todos sabemos lo que pasa y no decimos nada”.
Rafael Espada, vicepresidente de Guatemala, visitó hoy el hospital de la PNC. En sus comentarios, “el país es corrupto, mentiroso e hipócrita”, pero no quiso explicar su opinión.
Durante su discurso en la inauguración de trabajos de remodelación del hospital de la Policía Nacional Civil, el vicegobernante aseguró que “desafortunadamente nuestro país es hipócrita, es mentiroso, es corrupto; suena muy duro, pero es la verdad; estamos viviendo en una verdad que tenemos que trabajar”, dijo.

Sin embargo, al consultarle a qué sector o situación se refiere y el porqué de estas declaraciones, Espada manifestó: “Es la verdad, ustedes lo saben perfectamente y esa es parte de la hipocresía, nadie quiere reconocer la verdad, que es tremendamente corrupto e hipócrita, reconozcamos la verdad y basémonos en la verdad, analicémonos nosotros mismos para resolver los problemas de nuestro país”, dijo.

EPIDEMIA DE VIOLENCIA

Por otro lado, el vicemandatario indicó que “estamos viviendo en un mundo muy convulsionado, en el que la violencia genera trauma y genera reacciones violentas en una sociedad, que representan actualmente una enfermedad, estamos pasando una enfermedad social tremenda”.

Según el vicegobernante, esta situación le ha hecho reflexionar sobre la importancia de los cuerpos de seguridad en el país y principalmente “en un país como el nuestro”, por lo que, tanto el Gobierno actual como los futuros, deben velar por que exista seguridad.

Sobre ello, dice, se cuenta con un plan de seguridad que reforme los procesos actuales y contempla su función durante cinco administraciones, no únicamente en el período actual, y que se trabaja tanto en los aspectos políticos, como sociales y económicos.

Por otro lado, Espada indicó que su presencia en el acto de inauguración se debe a que “estar con los médicos es especial en mi vida, y ahora como vicepresidente y medio metido en este asunto de política, parte de esto es regresar el segmento de salud a Guatemala”.

El Editorial de hoy de Siglo Veintiuno dice:

“Un gobierno”, señor Espada
No puede Espada hablar de corrupción cuando en su propio despacho tomaron los recursos públicos para comprar belleza, erecciones y diversión.
Debería preocuparse de leer la Constitución y repasar la función que le han permitido. Verá que sus mañanas de reflexión están desperdiciadas.
No puede uno sino pensar que al despistado vicepresidente Rafael Espada se le cruzaron un par de palabras durante su discurso en la inauguración del hospital para la Policía. En lugar de decir “un gobierno”, por alguna razón se refirió a “un país”, lo cual explica que su mensaje no haya sido del todo comprendido.
Hecha la aclaración no solicitada, pero urgente, su verdadero mensaje sería éste: “Estaba pensando, en la mañana, sobre la importancia de los grupos de seguridad, principalmente en un gobierno como el nuestro, un gobierno que desafortunadamente es hipócrita, mentiroso y corrupto. Suena muy duro, pero es la verdad…”.
Es en este contexto como sus palabras tendrían sentido, con el agregado de una dosis de sinceridad y otra de humildad. En la forma como se escuchó al inicio, uno no entiende la razón de generalizar y despotricar contra un país que, hoy por hoy, es víctima de un grupo de políticos incapaces de dirigirlo.
No puede Espada, al menos no sin avergonzarse, hablar de corrupción cuando en su propio despacho sus funcionarios de confianza tomaron los recursos públicos para comprar belleza, erecciones y diversión. Tampoco puede hablar tan liberalmente de mentiras e hipocresía cuando ese vergonzoso episodio él trató de ocultarlo por la vía de una supuesta depuración y unas simples cuentas que no cuadraban. Y encima, tratando de echar la suciedad bajo la alfombra al anunciar una auditoría sobre la gestión de gobiernos anteriores.

Nuestro flamante cardiólogo, convertido en vicegobernante, debe recordar que fue la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) el partido político que lo puso en ese cargo, el que ofreció durante la campaña electoral que no acudiría a los impuestos, y que el problema de la violencia lo arreglaría con inteligencia.

A cambio de eso, no sólo han impulsado los impuestos, sino también cuantiosos bonos y préstamos que tienen al país endeudado como no ocurría en gestiones pasadas, mientras la inseguridad se acrecienta a diario sin que el desfile de ministros, viceministros y directores de la Policía logren al menos no dejar el cargo entre el escándalo. Son varios ya los regalos de infiltraciones, robo, nepotismo, abuso, ineficiencia y prepotencia, envueltos en una supuesta socialdemocracia solidaria.
Y eso sí que representa la corrupción, la hipocresía y la mentira que Espada ahora trata de endosarle al país. Debería el vicegobernante preocuparse más bien de leer la Constitución y hacer un repaso a la función que le han permitido Álvaro Colom y su esposa. Verá que hay una diferencia y se dará cuenta de que sus mañanas de reflexión están siendo desperdiciadas. (Fin del Editorial de Siglo Veintiuno)

Comento: es imposible negar que hay mucho de verdad en el contenido de este enjundioso Editorial. Aunque, por otro lado, se debe reconocer que, igual que a cualquier otro guatemalteco, al Dr. Espada le asiste el derecho constitucional para expresar libremente sus opiniones, por más que, bajo las actuales circunstancias en las que se encuentra, esta declaración (como algunas otras que ha hecho) ha sido impertinente y habría sido aconsejable no externarla. Pero no se puede negar que, en efecto, los guatemaltecos somos hipócritas, mentirosos y corruptos cuando no decimos nada de que la esposa del presidente de la República, Sandra Torres, ande regalando de todo por el interior del país, con dinero del pueblo que paga impuestos… mientras en los hospitales hacen falta medicinas e implementos para hacer exámenes y a numerosos maestros se les adeudan varios meses de sueldo.

* El doctor Castresana habla más de la cuenta

POSTULADORA: Presidente del Colegio reconoce vínculos con el “Rey del Tenis”
Colegio de Abogados critica señalamientos de Castresana
Eddy Coronado
ecoronado@lahora.com.gt

Óscar Cruz, presidente del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG), arremetió esta mañana en contra de las declaraciones que Carlos Castresana, titular de la Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIG), vertió acerca del proceso de elección del Fiscal General en las que criticó que el problema son los postuladores.

“Es lamentable que el señor Carlos Castresana a estas alturas salga haciendo esos comentarios en una forma irresponsable e irrespetuosa hacia el gremio de profesionales”, criticó Cruz, porque señala que está electo por la asamblea de todos los profesionales y en representación de ellos es inaceptable que se diga que a oscuras hizo negociaciones.

El presidente del Colegio de Abogados afirma que no tuvo ningún acercamiento con el licenciado Roberto López Villatoro, conocido como “el Rey del Tenis”. Además “ni siquiera se atrevió a llamar para pedirme apoyo hacia alguno de los candidatos”.

“En lugar de hacer esas intromisiones en los aspectos que la Constitución nos fija, porque nosotros estamos en la Comisión de Postulación constitucionalmente, él debería de circunscribirse a hacer su trabajo y fortalecer al Ministerio Público y no para hacer estos señalamientos que más vienen a poner en peligro la institucionalidad del país y el estado de derecho”, extendió Cruz.

CIRCO

“Ya parece un circo en el cual, él (Castresana ) está quedando como un payaso ante la población guatemalteca, con esas aseveraciones y comentarios que hace”, dijo el presidente de abogados defendiéndose de las acusaciones.

De acuerdo con lo expresado por el comisionado de la CICIG, el presidente del Colegio de Abogados enfatizó en que lo dicho por Castresana es porque la Comisión de Postulación no colocó al actual fiscal, Amílcar Velásquez Zárate, dentro de la nómina de seis candidatos que nuevamente fue enviada al presidente Álvaro Colom para que decida quién será el próximo jefe del Ministerio Público (MP).

A decir de los comisionados, la presencia de (Velásquez) Zárate en el listado enviado a Colom no puede ser posible, puesto que las mismas declaraciones de Castresana denunciaban una total impunidad en el MP con un 99.7% de casos que no logran resolución.

CASTRESANA

El comisionado de la CICIG declaró hoy en el matutino Siglo Veintiuno que tres postuladores están vinculados al Rey del Tenis, estos son: el decano de Derecho de la Universidad de San Carlos, Bonerge Mejía, y los representantes del Colegio de Abogados, Óscar Cruz y Artemio Tánchez.

“A diferencia de los procesos anteriores, el problema no es la lista, no son los candidatos. El problema han llegado a ser los postuladores” enfatizó Castresana, quien lamentó que no atendieran nada porque respetaron las formas para defraudar el fondo de la elección y realizaron un resultado contrario no solamente a lo que requiere la ley sino también la Constitución.

Cruz se defendió de los señalamientos, pero Tánchez y Mejía prefirieron no acompañarlo en el pronunciamiento público y no contestaron las llamadas.

La elección de Fiscal General ahora queda en manos del presidente (de la República) luego que el diario oficial publicara los nombres de los seis candidatos que le fueron enviados para que decida quién será el nuevo Fiscal General y a partir del lunes corren 72 horas para poder presentar impugnaciones. (Fin de la nota de La Hora)

Comento: sinceramente, no se puede culpar al licenciado Óscar Cruz, presidente del Colegio de Abogados y Notarios, por haber arremetido en esta forma contra el doctor Castresana por su desmedido atrevimiento. Es evidente que este señor se está saliendo fuera de las funciones que tiene asignadas en el contrato firmado entre la Organización de Naciones Unidas (ONU) y el gobierno de Guatemala para la creación de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Como era de temerse, a este señor se le han subido los humos y ya se está creyendo un “procónsul”. Pero no tiene sólo él la culpa, sino la tienen quienes lo han endiosado desde sus sorprendentes descubrimientos en el “Caso Rosenberg”. Pero desde entonces no hemos sabido quehaya obtenido otro éxito. Por ejemplo, nada se sabe de la desviación (para no llamarle de otra manera) de los Q82 millones y pico del Congreso de la República que fueron depositados en una compañía inversionista para obtener ganancias, mientras andan tan tranquilos por la calle como Johnny Walker los diputados ex presidentes de la junta directiva Eduardo Meyer y Rubén Darío Morales; ni ha dicho ni una palabra de la interioridades en el asesinato de Khalil y Marjorie Musa.

* ¡Poca dignidad y qué vergüenza!

Causó mucha tristeza que cuando le informaron al presidente Álvaro Colom que ya estaba elaborada la nómina de 6 aspirantes al cargo de Fiscal General y Jefe del Ministerio Público, él haya dicho que inmediatamente iba a llamar al jefe de la CICIG, Carlos Castresana, y al embajador de Estados Unidos de América, Steven McFarland. ¡Qué poca dignidad y poca vergüenza! ¡Qué tristeza!

* Justo reconocimiento

Me es muy grato informar a ustedes que hoy está cumpliendo 82 años de edad el genial ingeniero, arquitecto, pintor, escultor y escritor Efraín Recinos –orgullosamente “Chivo”–, autor, entre muchas obras más, del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias y del Teatro Nacional que ha sido bautizado con el nombre Efraín Recinos. Por este motivo se están desarrollando una larga serie de festejos en su honor, comenzando por el que se le rendirá a partir de las 19 horas en el Teatro Nacional que lleva su nombre, durante el cual se va a exhibir un excelente documental sobre su vida y su obra que hizo la fundación que lleva el nombre del desaparecido escritor y periodista Mario Monteforte Toledo, la cual preside Ana Regina Toledo, hija del estimado licenciado José (“Pepo”) Toledo Ordóñez. ¡Felicito muy afectuosamente a este querido y admirado amigo y me alegra muchísimo! ¡Y felicito también a Guatemala! Me produce una inmensa satisfacción que ya seamos capaces de reconocer los méritos de alguno de nuestros compatriotas ilustres. Más que por él –que de sobra se lo merece–, me satisface por el hecho que esto evidencia que los guatemaltecos estamos cambiando. ¡Lo cual es un progreso notable en nuestro comportamiento personal y colectivo!

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