En descargo del doctor Conrado Reyes

* Calumnias de Carlos Castresana

El día que ex comisionado de la CICIG Carlos Castresana Fernández informó que había “presentado su renuncia” al Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) –recurso que se le permitió para no tener que decir que había sido despedido–, agregó que le había exigido al presidente Álvaro Colom la “inmediata destitución” del cargo de Fiscal General de la Nación y Jefe del Ministerio Público (MP) al recién nombrado abogado y notario y doctor en Derecho Conrado Arnulfo Reyes Sagastume; y, sin aportar ninguna prueba, adujo una serie de embustes que constituyen calumnias y difamaciones en su contra, como que, supuestamente, el doctor Reyes está relacionado con sectores identificados con la corrupción y bufetes que llevan casos de adopciones y que contrató para que fuese su jefe de seguridad al controvertido señor Carlos Quintanilla, quien fungió como jefe de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad de la Presidencia de la República (SAAS) hasta que fue destituido melodramáticamente y acusado de estar espiando al propio mandatario con ridículos micrófonos tan anticuados que cuando fueron exhibidos causaron risa hasta a los agentes de la FBI que vinieron a investigar el asunto. Dijo, además, que cuando el doctor Reyes se presentó a tomar posesión de su cargo, sorprendió que estuviese acompañado de personas que habían sido destituidas de la SAAS con Quintanilla. Asimismo, que desde el día que tomó posesión del cargo se había dedicado a despedir al personal que estaba bien relacionado con la CICIG y a desarticular todo lo que servía para que ésta hiciese sus investigaciones contra la impunidad. Porque ese doctor Castresana se ha dedicado principalmente a la negativa tarea de descalificar a numerosas personas que se desenvuelven en diferentes medios del país.

Fue evidente que el malévolo propósito de Castresana era desprestigiar y descalificar al doctor Reyes, pero cayó en la trampa el presidente de la República, ingeniero Álvaro Colom Caballeros, porque cuando hizo la juramentación del nuevo Fiscal General tuvo la sorpresa –evidentemente ingrata– de ver entre los presentes a los militares retirados Osmán Contreras y Roberto Garrido, que fueron colaboradores de Carlos Quintanilla y lo primero que se le ocurrió pensar es que el doctor Reyes les había invitado a estar presentes en la ceremonia. Sin embargo, el mandatario se mostró de lo más cordial y contento ante las cámaras de televisión. Pero hubo ciertas personas (Castresana entre ellas) que se encargaron de envenenarle la cabeza diciéndole que se cuidara porque esa era la clase de gente que rodearía al nuevo Fiscal General. No obstante lo cual, no se tomó el cuidado de averiguar que ninguno de estos dos eran invitados del doctor Reyes, aunque Roberto Garrido había asistido a la ceremonia en su calidad de alto funcionario de la Secretaría contra la Narcoactividad, de la cual el jefe es Edgar Camargo, porque de acuerdo con el artículo 73 de la Ley contra la Narcoactividad (Decreto del Congreso 48-92), esta dependencia colabora en esa actividad con el MP y mantiene una estrecha relación con la embajada de Estados Unidos de América, y en particular con la DEA. Pero, según me ha informado personalmente el doctor Reyes, en una grata visita que me hizo el lunes por la tarde (lo digo para que Castresana no se ponga a sospechar babosadas en su mente calenturienta) al militar retirado Osmán Contreras no sólo no le invitó, sino que ni siquiera le conoce.

Probablemente a eso se debió que el presidente Colom no haya destituído al doctor Reyes, sino que se limitó a pedirle un “informe circunstanciado”, y no se debe -como algunos creen- que fue porque “no tuvo pantalones” para destituir a quien él mismo había escogido entre los 6 candidatos integrantes de la nómina que le propuso la Comisión Postuladora. Empero, los magistrados de la Corte de Constitucionalidad se salieron de sus limitaciones constitucionales y no sólo ordenaron la repetición total del proceso para las postulaciones y el nombramiento del doctor Reyes, sino que se permitieron el abuso de ejercer funciones que corresponden exclusivamente al Poder Ejecutivo al destituir al recientemente nombrado Fiscal General y Jefe del MP doctor Conrado Arnulfo Reyes Sagastume; y, no satisfechos con ello, sugirieron que todos los integrantes de la Comisión de Postulación se inhibiesen de continuar participando en la función que constitucionalmente les corresponde. ¿Con qué derecho? ¡Qué abuso!

El doctor Reyes me ha enviado copias de estas cartas relacionadas con el caso: primero la que él envió al Presidente de la República informándole acerca de las calumnias y difamaciones en su contra lanzadas por Castresana y después las que le enviaron los fiscales del MP dando testimonio de que es falso que Reyes haya llegado a despedir a algunos funcionarios del MP y a desbaratar las estructuras que mantenía contactos con la CICIG. Lo único que ocurrió, en realidad, es que por un acto de abierta rebeldía o desobediencia de parte de la secretaria general del MP, licenciada Gloria Porras (según informes es sobrina en segundo grado de la señora Sandra Torres Casanova de Colom, autodenominada “primera dama”), creyó conveniente que le presentara su renuncia, lo cual ésta hizo de inmediato. Estas son las cartas: