DOBLE MORAL EN LA II CUMBRE DE LA CELAC

Con el lema “33 naciones y un solo destino” se reunieron en La Habana (Cuba) durante los días 28 y 29 de enero próximo pasado los jefes de Estado y Presidentes de los países integrantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Fue convocada por Cuba, cuyo presidente, Raúl Castro, tenía la presidencia pro tempore del organismo, y en la cumbre le fue entregado la presidencia pro tempore a Laura Chinchilla, presidenta de Costa Rica, que próximamente entregará la presidencia de la República a quien resulte ganador en la próxima segunda vuelta electoral.

Esta fue su segunda reunión cumbre de CELAC. La primera reunión fue convocada por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, inspirado en el sueño del libertador Simón Bolívar de ver a una Latinoamérica unida políticamente en una nación que pudiera contrarrestar el poderío militar y económico de Estados Unidos y las naciones europeas y capaz de contrarrestar a la Organización de Estados Americanos (OEA), con sede en Washington D.C., que se ha opuesto a los gobiernos izquierdistas radicales del hemisferio y dar cabida a la Cuba castrista, por muchos años relegada y aislada desde su expulsión de la OEA en 1962.

A esta II Cumbre de la CELAC concurrieron los siguientes países: Antigua y Bermuda; Argentina (presidenta Cristina Kirchner), Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia (presidente Evo Morales), Brasil (presidenta Dilma Rousseff), Chile (presidente Sebastián Piñera), Colombia (presidente Manuel Santos), Costa Rica (presidenta Laura Chinchilla),  Cuba, (presidente Raúl Castro), Dominica, Ecuador (presidente Rafael Correa), El Salvador, Guatemala (presidente Otto Pérez Molina), Granada, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México (presidente Enrique Peña Nieto), Nicaragua (presidente Daniel Ortega), Panamá, Paraguay (presidente Horacio Cortés), Perú (presidente Ollanta Humala), República Dominicana, San Cristóbal y Nievas, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay (presidente José Mujica), y Venezuela (presidente Nicolás Maduro).

Pero el colmo fue que a pesar de la violación del convenio firmado con la OEA, también  acudieron a la cumbre el Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) Ben Ki Moon, y el Secretario General de la OEA José Miguel Insulsa. Porque, según declaraciones de éste, no existe conflicto entre ambas organizaciones

Para Insulza, “no hay conflicto” entre la Celac y la OEA

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, consideró que no existe “conflicto” entre la organización que encabeza, que está “plenamente vigente”, y la CELAC, nacida con la pretensión por parte de algunos países de que sea su virtual reemplazo. Y por ello declaró: “No solamente no veo ningún conflicto, sino ninguna intención de conflicto, en la medida en que nuestros países, en esta organización, deciden si quieren esto o no”, señaló Insulza, que se declaró “satisfecho” por su participación en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericano y Caribeños (CELAC) que se hizo en La Habana.

La CELAC agrupa a todos los países del continente americano con excepción de Estados Unidos y Canadá y fue fundada en 2010 por iniciativa del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez como una alternativa o contrapeso a la OEA.

Antes de que Insulza informara sobre su viaje, habló el nuevo embajador de Ecuador ante la OEA, Marco Vinicio Albuja Martínez, quien advirtió que el organismo hemisférico “morirá de inanición” si no se transforma escuchando a la “ciudadanía”.

“Si no hay una decisión política de los gobiernos de modificarla (a la OEA) y fortalecerla, y si los pueblos no asumen como propia esta organización, la OEA morirá de inanición y desaparecerá lentamente, dejando paso a un nuevo multilateralismo de carácter regional que tendrá como fundamento el diálogo entre los distintos bloques de países”, sostuvo Albuja Martínez.

“Para el diplomático, ese multilateralismo “tardará en crecer, pero inexorablemente llegará a fortalecerse y asumir el papel que le corresponda en la historia si nosotros no logramos transmutar la OEA en los términos en que las necesidades de los pueblos lo exigen”.

“En una virtual réplica, Insulza afirmó que la OEA es una institución “plenamente vigente”, aunque se mostró abierto a una “conversación franca”, consignó la agencia DPA.

“El diplomático chileno reclamó, sí, que ese diálogo sea “a partir del avance de la sincera opinión -y el respeto de la sincera opinión- de todos los países miembros”.

“Tanto la OEA como la CELAC son propiedad de los países y ustedes decidirán lo que les parezca más conveniente”, agregó.

“La presencia de Insulza en La Habana marcó la primera visita de un funcionario de la OEA a Cuba en 50 años, un paso que “no requiere explicación, porque un país anfitrión, cumpliendo las reglas de esa comunidad, cursó invitaciones a todos los países que se había acordado invitar”.

“Era un hecho importante estar ahí y asistir a esa reunión. Esa era la tarea que íbamos a cumplir, esa es la tarea que cumplimos”, detalló.

No obstante lo cual, la historia es la siguiente:

El 31 de enero de 1962, durante la Octava Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, celebrada en Punta del Este (Uruguay), convocada por el gobierno de Colombia, se aprobó la resolución VI que fue adoptada por el voto de catorce países a favor, el de Cuba en contra, y las abstenciones de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador y México. Estas resoluciones fueron las siguientes:

1. Que la adhesión de cualquier miembro de la Organización de los Estados Americanos al marxismo-leninismo es incompatible con el Sistema Interamericano y el alineamiento de tal Gobierno con el bloque comunista quebranta la unidad y solidaridad del hemisferio;

2. Que el actual Gobierno de Cuba, que oficialmente se ha identificado como un Gobierno marxista-leninista, es incompatible con los principios y propósitos del Sistema Interamericano;

3. Que esta incompatibilidad excluye al actual Gobierno de Cuba de su participación en el Sistema Interamericano; y

4. Que el Consejo de la Organización de los Estados Americanos y los otros órganos y organismos del Sistema Interamericano adopten sin demora las providencias necesarias para cumplir esta Resolución.

Estas resoluciones fueron adoptada por el voto de catorce países a favor, uno en contra (Cuba) y seis abstenciones (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador y México), y por la cual se excluyó al actual Gobierno de Cuba de participar en el Sistema Interamericano.

Como consecuencia de las deliberaciones en esta II Cumbre de CELAC, fue firmado el siguiente acuerdo:

CELAC Y DEMOCRACIA

Declaración Especial sobre la Defensa de la

Democracia y el Orden Constitucional en la

Comunidad de Estados Latinoamericanos y

Caribeños (CELAC)

RESOLUCIÓN DE LA CELAC

“Las Jefas y los Jefes de Estado y de Gobierno de los países latinoamericanos y caribeños, reunidos en Caracas, República Bolivariana de Venezuela, el 3 de diciembre de 2011 en el marco de la Cumbre Fundacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC): Reiteramos que nuestra comunidad se asienta en el respeto irrestricto del Estado de Derecho, el respeto a la soberanía y la integridad territorial, la defensa de la democracia, la voluntad soberana de los pueblos, la justicia social, el respeto a los Derechos Humanos y las libertades fundamentales que son requisitos esenciales para la participación en los distintos órganos de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y son conquistas de los pueblos latinoamericanos y caribeños que no admiten retroceso. Ratificamos que la vigencia del Estado de Derecho, el respeto a las autoridades legítimamente constituidas como expresión de la voluntad soberana de los pueblos, la no injerencia en los asuntos internos y la defensa de las instituciones democráticas constituyen garantías indispensables para asegurar la paz, la estabilidad, la prosperidad económica y la justicia social, así como el ejercicio efectivo de los Derechos Humanos y de las libertades fundamentales, y que toda ruptura o amenaza de ruptura del orden constitucional y del Estado de Derecho en uno de los Estados Miembros de la Comunidad de Estados latinoamericanos y Caribeños pone en riesgo su normal desarrollo y constituye un hecho grave que amerita la acción enérgica de la comunidad latinoamericana y caribeña. Reafirmamos que la democracia, el desarrollo sostenible, el respeto de todos los Derechos Humanos y las libertades fundamentales, incluido el derecho al desarrollo son interdependientes y se refuerzan mutuamente, basándose por igual en los principios de objetividad, imparcialidad y universalidad. Subrayamos la importancia de los compromisos asumidos en materia de democracia en el marco de las Naciones Unidas y de los instrumentos regionales. Recordamos también que la democracia constituye un valor universal que hace parte del acervo histórico del Grupo de Río (GRío) y de la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC), que desarrollan de manera amplia los principios democráticos que compartimos. Manifestamos nuestro rechazo y condena a todo intento que pretenda trastocar o subvertir el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones en cualquier Estado Miembro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Acordamos

“- Adoptar una cláusula de compromiso con la promoción, defensa y protección del Estado de Derecho, del orden democrático, de la soberanía de los pueblos, de los Derechos Humanos y las libertades fundamentales, incluyendo entre otros el derecho a la vida, la libertad y la seguridad de la persona, el no sometimiento a torturas ni penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, el no ser arbitrariamente detenido, preso o desterrado, ni objeto de ejecuciones sumarias y arbitrarias, de desapariciones forzadas, y la libertad de opinión y expresión.

– Que, cuando el gobierno constitucional de un Estado miembro considere que existe una amenaza de ruptura o alteración del orden democrático que lo afecte gravemente, podrá notificar la situación a la Presidencia Pro Tempore, la que se encargará con la asistencia y apoyo de la Troika de dar a conocer la situación a todos los Estados Miembros, de forma que los mismos puedan decidir la adopción de acciones concretas concertadas de cooperación y el pronunciamiento de la comunidad latinoamericana y caribeña para la defensa y preservación de su institucionalidad democrática.

– En caso de ruptura del Orden Constitucional o del Estado de Derecho, la Presidencia a Pro Tempore, con apoyo de la Troika, convocará una Reunión Extraordinaria de Ministros de Relaciones Exteriores de los Estados Miembros, para que con plena participación del Gobierno legítimo afectado y en forma ágil y oportuna, decidan por consenso, tomando en cuenta otros esfuerzos en curso, adoptar, entre otras, las siguientes medidas:

1. Realizar gestiones diplomáticas en el Estado afectado con el objeto de contribuir a la restitución del proceso político institucional democrático y del Estado de Derecho a la brevedad posible.

2. Suspender al Estado en que se hubiese materializado la ruptura del orden constituido o del Estado de Derecho, del derecho a participar en los distintos órganos e instancias, así como del goce de los derechos y de los beneficios que se derivan de ser miembro de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, hasta que el orden constitucional sea restablecido; Las medidas que se adopten en relación con hechos objeto de esta Declaración, deberán ser compatibles con el Derecho Internacional y la legislación interna del Estado afectado. Poner fin a las medidas antes citadas cuando se determine, sobre la base de evaluaciones periódicas de la situación, que las causas que motivaron su adopción fueron plenamente superadas. Adoptada en la ciudad de Caracas, República Bolivariana de Venezuela, a los tres días del mes de diciembre del año dos mil once.”

En mi opinión, esta reunión cumbre de la CELAC ha puesto de manifiesto, una vez más, que existe una doble moral de parte de la mayoría de los países latinoamericanos asistentes y en particular de las presidentas y los presidentes que acudieron a la cita por la convocatoria de Raúl Castro Ruz, quien, como es bien sabido, no fue electo por el pueblo, democráticamente, sino heredó la presidencia de su hermano Fidel, como si se tratase de un régimen monárquico. Se olvidó a los miles de asesinatos políticos que se produjeron en Cuba al triunfo de la revolución, hay que sumar los muchos miles de muertos y heridos que produjeron las estériles guerras de guerrillas que Castro inspiró y patrocinó en varios países del continente americano, la última en Bolivia por medio del nefasto aventurero comunista argentino Ernesto “Ché” Guevara, quien a pesar de haber fracasado en todo lo que se propuso (principiando por el hecho que realmente no era doctor, como se hacía llamar, por no haber terminado nunca sus estudios de medicina). Olvidaron que Cuba fue antes de Fidel el mayor productor de azúcar y de tabaco y ahora ya no lo es. Olvidaron que durante los regímenes anteriores Cuba estaba progresando y desde que asumió el poder Fidel Castro ya no progresa. Olvidaron en Cuba no hay libertad de prensa ni libertad de emisión del pensamiento, y que solo se puede leer lo que publica el diario oficial Granma. Olvidaron que durante muchos años Cuba tuvo que vivir gracias a los millonarios subsidios de la URSS y que ahora sobrevive por las limosnas que recibe del petróleo de Petrocaribe de Venezuela (que pronto se le dejará de dar porque la economía de Venezuela está en plena bancarrota) y de los miles de médicos que envían al extranjero para que cobren en dólares para que contribuyan con el 95% de sus ingresos. Olvidaron que en Cuba no hay ningún otro partido político más que el comunista. Olvidaron a los millones de cubanos que viven en el exilio desde que Fidel Castro asumió el poder y a los otros tantos que salieron de puerto Marielos, además de todos los que huyen todos los días en balsas y arriesgan su vida para llegar a las playas de la Florida. Y que al final de cuentas fue otra de las víctimas de la purga castrista, como lo fueron antes los comandantes Camilo Cienfuegos porque ya era tanto o más popular que él, y Herbert Matos, a quien mantuvo en la cárcel muchos años porque había expresado su desacuerdo con ciertas medidas del régimen comunista, y muchos otros que han sufrido lo mismo. ¿Cómo se atrevieron las presidentas y los presidentes latinoamericanos a hablar en Cuba de libertad y democracia? ¡Qué poca vergüenza! Si eso no es un ejemplo de doble moral, no sé cómo se le podría llamar.

Durate los tiempos de la lucha, Fidel Castro con el argentino Ernesto “Ché” Guevara, que después de haber llevado tropas cubana a Angola y de haber tratado infructuosamente de ser aceptado por las guerrillas de Guatemala, El Salvador y Nicaragua, finalmente murió en la selva boliviana cuando en vano trató de derrocar al gobierno establecido.

Y se olvidó que en la isla de Cuba comunista no existe ni el más mínimo respeto por los derechos humanos, no se han efectuado elecciones populares desde hace más de cincuenta años, ni se permite a los cubanos disentir políticamente, como lo demostró el hecho que antes de que comenzara la cumbre fueron “controlados” los principales disidentes del régimen que procede de una movimiento guerrillero revolucionario para derrocar a la dictadura del general Fulgencio Batista, pero el resultado dramático es que la sucesión ha resultado más firme y sangrienta dictadura que la de Batista, porque entonces por lo menos los cubanos tenían ilimitada variedad de alimentos para comer, mientras que ahora no los hay. Por su parte, el anciano ex dictador Fidel Castro demostró que a pesar del peso inexorable de los años sigue siendo el principal motivo de atracción para muchos de los mandatarios, por las fotografías que se tomaron fotos con él. Ignoro si el presidente de Guatemala, general (retirado) Otto Pérez Molina hizo alguna gestión para ser recibido por Fidel Castro, pero no lo creo porque Castro sabe que es el mismo “Comandante Tito” que combatió a la guerrilla que Cuba patrocinaba en el departamento de Quiché.  y, como le ocurrió al mal recordado ex presidente Álvaro Colom CaballerosCastro no solo no le quiso recibir sino tampoco recibió personalmente la máxima condecoración guatemalteca, la Orden del Quetzal, por lo cual los esposos Colom Caballeros-Torres Casanova, tuvieron que dársela en el aeropuerto a su hermano Raúl para que él se la entregase posteriormente a su hermano Fidel.

Cristina Fernández de Kirschner, presidenta de Agentina, feliz con Fidel Castro, ha logrado el desastre económico más grade en su país.

Presidente del Ecuador, Rafael Correa con el ícono cubano Fidel Castro

Enrique Peña Nieto, presidente de México, condonó una vieja deuda cubana que hasta la fecha ha sido impagable.

La presidenta de Brasil Dilma Rosseff comprometió el apoyo económico de su país a Cuba con la construcción del puerto Mariel.

El presidente “socialista” de Nicaragua Daniel Ortega quien sin duda es hoy un hombre tan adinerado como lo fue el general Anastasio Somoza Debayle que él derrocó para emularle. 

Sobre esta reunión se publicó un interesante artículo en el blog Infierno de Palo de Juan González Febles que dice lo siguiente:

Cumbre bochornosa

Los presidentes y jefes de estado asistentes a la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)

Juan González Febles

Enero 30, 2014

La II Cumbre CELAC que felizmente terminó, más que borrascosa fue bochornosa. Quizás el humor inteligente de los realizadores de la serie Isla Presidencial, salve algunas situaciones. El caso fue que las ilustres señorías latinoamericanas presentes en el cónclave, no consiguieron dejar una buena o al menos una decorosa impresión.

Soslayaron el hecho de que el único mandatario no elegido por la voluntad y el voto directo y secreto de su pueblo, resultó ser el anfitrión, este es el general presidente Raúl Castro, que recibió un país como herencia.

Aunque para muchos dentro y fuera de Cuba resulta muy preocupante la legitimización del gobierno militar de la Isla por las señorías latinoamericanas presentes, las cosas quizás no sean tan graves como aparentan ser. Tal legitimización se mantendrá durante se mantenga la subvención venezolana y las señales que se perciben no aseguran la continuidad de esta. Al menos, apuntan a que no se mantendrá por mucho tiempo.

Lo cierto fue que la policía Seguridad del Estado, antes y durante la Cumbre, se lanzó a un frenesí represivo que no debió ser pasado por alto por los presidentes latinoamericanos presentes y en disposición de tratar como a un igual al general presidente cubano. Las violaciones a los derechos ciudadanos reconocidos por el resto de los 32 países representados en CELAC e incurridos por elementos de la antes mencionada policía Seguridad del Estado contra los opositores pacíficos y disidentes cubanos, fueron más que escandalosos, pero nadie pareció notarlo.

Quien se ausentó de la II Cumbre CELAC Habana 2014, fue la decencia humana. Desde un insulso Insulza, hasta cada uno de los presidentes elegidos por sus pueblos, todos trataron como a igual, al brutal dictador militar electo por nadie o electo por sí mismo, que gobierna Cuba.

Son pocos los países representados en la última payasada que no sufrieron la intervención militar, o los efectos de la subversión promovida por el régimen totalitario que rige los destinos de Cuba. Pero allí estuvieron, revolcándose en su estiércol los representantes primados de la América letrina y del Caribe. Todos en disposición de ignorar el aquelarre represivo que sirvió de antesala y menú obligatorio a su nada feliz presencia en Cuba.

Ninguno abogó por que el representante de CADAL, fuera recibido por el mayoral de Birán. En fin, las señorías latinoamericanas anduvieron en la ruta trazada por la trayectoria de ex guerrilleras devenidas en presidentas-inversionistas millonarias dispuestas a explotar trabajo esclavo de médicos cubanos o de ex líderes sindicales devenidos en prósperos millonarios inversionistas y “respetados” ex presidentes de la nueva hornada de políticos de izquierda en América letrina. CELAC Habana 2014, quedará como un bochorno, otro más y solo eso.”

En el correo electrónico elsufigalileo@yahoo.com he leído lo siguiente:

“La semana pasada se reunieron en La Habana los países miembros del Celac: la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Celebraron su segunda reunión cumbre. Celac es una idea realizada de Hugo Chávez para contrarrestar a la OEA, que desde Washington se ha opuesto a los gobiernos izquierdistas radicales del hemisferio.

“La magnanimidad de Chávez (¡así lo deben percibir sus simpatizantes!) gestó este órgano regional para darle cabida a la Cuba castrista, por muchos años relegada y aislada; luego de su expulsión de la OEA en 1962.

“Actualmente hay dos organismos hemisféricos multilaterales en las Américas: OEA y Celac: ambos con 34/33 miembros. Pero en Celac no están Canadá ni Estados Unidos. Puedo intentar comprender por qué no están los Estados Unidos…

“Este es un órgano latino-caribeño, cuyas ideas anti-imperialistas de Chávez convencieron a muchos presidentes democráticos de unirse a un foro “anti-yanqui”. Pero ¿por qué no Canadá: un país bondadoso, solidario, humanitario, pacifista? Sencillo: fue metido en el mismo saco cosido por el hilo desdeñoso de Chávez, que veía solo maldad y terror en el Norte.

“¿Podrán coexistir OEA y Celac? ¿O la OEA va a desaparecer porque Celac la suplante? ¿O será Celac la que se diluya cuando salgan pocos resultados de este foro latino-caribeño?

“Cierto, en el mundo funcionan asociaciones así: Liga Árabe; Naciones del Sur-Este asiático; Países Andinos; Asociación del Mediterráneo (donde sur-europeos, nor-africanos y oeste-asiáticos intentan acomodarse para frenar las migraciones, entre otras cosas; ¡ahí metieron a Turquía por consolación!). Y hay otras tantas.

“Historia aparte, el Movimiento de los No-alineados (que lo que menos tenía era de no-alineamiento, durante la guerra fría) guiado, en su momento, por Nehru, Nasser, Sukarno, Tito y Castro, sí tuvo mucha viabilidad. Pero jamás pasó de ser solo una alianza retórica anti-europea y anti-estadounidense.

“Es conveniente y estratégico que los países pequeños o menos desarrollados se unan. Pero no me convence la idea de que en un vecindario, los pequeños, teniendo a un par de vecinos grandes, quieran destruir a estos últimos para sobrevivir. Aunque sea muy humano recelar de los bravucones.

“Y en todo esto existe una vergonzosa ambigüedad. Los agitadores pregonan la destrucción de los gigantes en el plano ideológico. Mientras en el plano económico enloquecen para que les levanten el embargo económico; se alborozan cuando se dan la mano con Goliat, y se desviven por firmar tratados de libre comercio con la mayor potencia económica del mundo para venderles sus cosechas o petróleo.

“Así, los pioneros de la Celac, los países del Alba (un club de sajurines de mala memoria, profetas desoídos, sabios incautos y revolucionarios anquilosados) viven alejados del mundo financiero y tecnológico actual. Están aturdidos inventando su culto de dioses errados; aunque son conscientes de que Adam Smith acertó más con la idea de un mercado (¡con sus imperfecciones, pero muy terrenal!), que el muy equivocado paraíso socialista sugerido por Carlos Marx. Y que Lenin quería fabricar con dictaduras proletarias y Gulags.

“Los Alba-Estados de Celac contrarrestan a la OEA y a sus órganos por las críticas al comportamiento de Ecuador, Bolivia, Venezuela o Nicaragua, cuyos regímenes se afanan en debilitar la democracia, libertad de expresión, Estado de Derecho, elecciones libres, pluralistas, supervisadas, y tolerancia hacia los disidentes, aunque fueren minorías.

“También es válido el argumento de que pocos informes de la OEA sean críticos a Washington, por sus violaciones a los derechos de las minorías.

“Para no perder espacios, José Insulza, secretario general de OEA, fue a Cuba. Y aunque el canciller cubano le jurara que nunca regresarían a esa organización, Insulza, astuto y digno, ha estado en La Habana escuchando a sus detractores, tragándose reproches. Ha disimulado todo para propiciar que Cuba regrese a ese foro continental. Es difícil con Celac en marcha. Aunque no imposible, mientras Raúl Castro sueñe con ser recibido en la Casa Blanca.

“Mientras tanto, la OEA sigue en Washington. Nació como un foro integrador, no como segregacionista. Ha sobrevivido a muchos embates: guerra fría, crisis de los misiles de Octubre, expulsión de Cuba, invasiones a Dominicana, Grenada, Panamá, guerra de las Malvinas, sus propias crisis financieras, golpes de Estado, suspensión de Honduras, críticas infamantes a sus secretarios generales. Ha prevalecido también por su apertura mental, su experiencia, más el apoyo de Estados Unidos, cuestionable o no.

“Pero los Estados modernos no pueden vivir atados a instintos primarios: odio, rencor, luchas, resentimientos. Es posible que OEA y Celac coexistan por largo tiempo. Pero sería sensato que Celac se acercara más a la virtud que al instinto.”

 EE UU cree que la CELAC ha traicionado los principios democráticos de la región

El Departamento de Estado reprocha que los líderes reunidos en Cuba no hayan condenado la represión del Gobierno a los manifestantes

La cumbre de la CELAC se cierra sin cuestionar los derechos humanos en Cuba. EE.UU. prefiere la Cumbre de las Américas (OEA) a la CELAC.

EVA SAIZ Washington, 30 ENE 2014

Desmontaje de la sede de la cumbre de la CELAC. / ERNESTO MASTRASCUSA (EFE)

Estados Unidos ha sido categórico a la hora de censurar el resultado de la II Cumbre de la CELAC (Comunidad de Estados Latinos y Caribeños), que concluyó en La Habana este miércoles. En un comunicado, el Departamento de Estado ha acusado a los asistentes de haber abrazado el castrismo, reprochándoles la ausencia de críticas hacia el régimen autoritario que gobierna en la isla y la falta de apoyo a la libertad de expresión y de manifestación que el Gobierno cubano ha violado, sostiene, con su represión de las protestas durante el encuentro. La dura posición de la Administración estadounidense demuestra que Cuba continúa siendo el principal polo de fricción política en el hemisferio.

“Estamos decepcionados porque la CELAC, con su declaración final, haya traicionado la dedicación de la región a los principios democráticos al aceptar el sistema unipartidista de Cuba”, señala el Departamento de Estado. “Encontramos esta circunstancia inexplicable para una organización que se supone que apoya la democracia y los derechos humanos tal y como constató en la declaración de Santiago redactada en la primera cumbre de la CELAC”.

Estamos decepcionados porque la CELAC, con su declaración final, haya traicionado la dedicación de la región a los principios democráticos al aceptar el sistema unipartidista de Cuba”

Departamento de Estado

EE UU, que junto con Canadá son los dos únicos países del continente americano excluidos de la CELAC y que tampoco han sido invitados a la cumbre de La Habana, reprocha especialmente que los líderes que han acudido a la isla no hayan hecho ningún esfuerzo por reunirse con miembros de la disidencia y de la sociedad civil, como solicitó a través de uno de sus portavoces el Departamento de Estado al comienzo de esta semana, y que no hayan condenado la represión a los ciudadanos cubanos que decidieron aprovechar la cumbre para manifestarse. “Encontramos especialmente descorazonador e inconsistente que la CELAC no haya siquiera cuestionado las acciones de su anfitrión para cohibir a los ciudadanos en su deseo de expresar de manera pacífica sus aspiraciones democráticas”.

Los principales líderes del hemisferio -los presidentes de Argentina, Brasil, México, Uruguay, Ecuador, Bolivia y Nicaragua- han aprovechado la cumbre para entrevistarse con Fidel Castro. El portavoz del Departamento de Estado instó esta semana a los jefes de Estado y a los representantes de otras organizaciones internacionales que procuraran reunirse con miembros de la disidencia para mostrarles su apoyo hacia la defensa de la libertad de expresión y manifestación,

Todos, sin embargo, se han ceñido a la agenda de la CELAC y no han previsto reuniones con miembros de la disidencia, con la excepción de una delegación de Costa Rica, encabezada por su embajador en la isla, que visitó a Elizardo Sánchez.

Encontramos especialmente descorazonador e inconsistente que la CELAC no haya siquiera cuestionado las acciones de su anfitrión para cohibir a los ciudadanos en su deseo de expresar de manera pacífica sus aspiraciones democráticas”

El texto del documento final de la cumbre aboga por “respetar plenamente el derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural como condición esencial para asegurar la convivencia pacífica entre las naciones”. En la declaración de la CELAC tampoco se hace mención a los derechos humanos, salvo para saludar el lanzamiento, el año pasado, de un satélite en Bolivia, en colaboración con el Gobierno de China, que facilitará “el acceso a la educación e información y garantizará el ejercicio de los derechos humanos y facilitará el intercambio de conocimientos científicos entre los diferentes pueblos de América Latina y el Caribe”. Sin embargo, como viene siendo habitual en las resoluciones de la CELAC, los países miembros sí condenan el embargo a Cuba de EE UU y su mantenimiento en la lista de países promotores del terrorismo del Departamento de Estado.

Para EE.UU. el foro adecuado para resolver los asuntos hemisféricos es la Cumbre de las Américas es una reunión auspiciada por la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la que Cuba ha sido excluida de todas sus citas, hasta la fecha. La cumbre de la CELAC, con casi pleno de asistencia de los jefes de Estado de América Latina, ha permitido demostrar al Gobierno de la isla que sigue manteniendo un importante poder de convocatoria y un espaldarazo a sus políticas. El hecho de que ninguno de los líderes políticos haya cuestionado la situación de derechos humanos en la isla también puede considerarse un éxito del régimen castrista.

Entre la pluralidad de entidades regionales y subregionales del hemisferio, la CELAC se ha consolidado como el foro de convergencia política para la mayoría de los dirigentes de sus estados miembros, por encima de la propia OEA, el único organismo que reúne a todos los países del continente Americano -a Cuba se le levantó la suspensión en 2009, aunque, desde entonces, no ha solicitado su readmisión- pero cuyo prestigio está muy devaluado. EE UU lo considera un escenario incómodo, al que aporta la mayoría del presupuesto a cambio de sufrir las críticas de imperialismo de otros países, en especial los del bloque del ALBA, cada vez más molestos con las denuncias que reciben por parte de sus órganos de control de derechos humanos”.

Mi comentario: también el Departamento de Estado de los Estados Unidos  pone de manifiesto una doble moral, porque la razón por la que se integró la CELAC es porque la sede de la OEA está en la capital del imperio y éste tiene mucha hegemonía en las decisiones que se toman porque es el mayor contribuyente a su mantenimiento. Además, cuando hace muchos años el Gobierno de los Estados Unidos impuso el bloqueo en Cuba para que no pudiese comprar productos del extranjero, lo hicieron de manera unilateral porque no se tomaron la molestia de consultar a los demás países componentes de la OEA si estaban de acuerdo o no con el embargo que al final de cuentas ha causado más daño al sufrido pueblo cubano que al régimen comunista de los hermanos Castro, que a pesar de él ha logrado sobrevivir y sigue tan campante. Olvida el Departamento de Estado las intervenciones arbitrarias que han tenido en América Latina, comenzando en la misma Cuba, en donde obligaron al general Fulgencio Batista a abandonar el poder y la isla para que entrasen triunfantes a La Habana los guerrilleros de Castro; en Guyana, en Nicaragua, donde forzaron a renunciar al presidente Anastasio Somoza Debayle, para que se hiciera cargo del poder el Frente Sandinista, a sabiendas que sus principales dirigentes eran marxistas-leninistas;  en Panamá que bombardearon e invadieron para derrocar y capturar al general Manuel Antonio Noriega; en Chile donde, por arreglos del Secretario de Estado Henry Kissinger, se alzó en armas el general Augusto Pinochet para derrocar al gobierno socialista del doctor Salvador Allende; en Guatemala, donde por apoyar a la United Fruit Company armaron a un ejército invasor (“Ejército de la Liberación Nacional”) al mando del coronel Carlos Castillo Armas para derrocar al régimen legalmente constituido del coronel Jacobo Árbenz Guzmán, etcétera. Y que en ninguno de esos países sirvió para nada la Comisión de Paz de la OEA porque el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América la manipuló a su conveniencia. Sin olvidar que por su intervención se formó la república de Panamá en las tierras que le quitaron a Colombia. Concluyo que hay doble moral tanto en el Departamento de Estado de Estados Unidos, como en la OEA y en la CELAC.

Twitter:@jorgepalmieri

 

 

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