MISCELÁNEA DEL 27/01/16

Un poco de historia nacional (2)

En mi entrega anterior llegué al año 1835, pero había olvidado decir que cuando se firmó en Guatemala el Acta de la Independencia de las Provincias Unidas de Centroamérica, el 15 de septiembre de 1821, no se consultó a las provincias de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica Chiapas y Soconusco, por lo que estas se sintieron traicionadas y se negaron a suscribir el Acta de Independencia y la anexión al imperio de Agustín de Iturbide de México. Y cuando asumió el poder en Guatemala el brigadier Vicente Filísola, enviado por el emperador Agustín I a sustituir al brigadier Gabino Gaínza, Costa Rica especificó que estaría dispuesta a firmar el Acta de Independencia solo después de que Filísola y sus tropas abandonasen el territorio centroamericano.

Así mismo, Honduras firmó el Acta de la Juramentación de la Independencia de Comayagua el 28 de septiembre de 1821, Nicaragua firmó en Nicoya el Acta de Juramentación de Independencia el 26 de octubre de 1821, Costa Rica firmó en Cartago el Acta de Juramentación de la Independencia el 29 de octubre de 1821, y El Salvador firmó el Acta de San Salvador proclamando dicho Estado en República libre, soberana e independiente el 25 de enero de 1849.

Independencia absoluta

El Supremo Poder Ejecutivo de las Provincias Unidas de Centroamérica firmó el Acta de Independencia absoluta de las provincias unidas del centro de América el 1º. de julio de 1823, declarándose independiente de España, de México y de cualquier otra potencia del viejo o del nuevo continente.

Posteriormente se firmó la ratificación de esta independencia absoluta que en uno de los por tantos decía: “Y considerando muy conveniente y necesario que la representación de todas las provincias unidas ratifique la declaración de su independencia absoluta de las provincias del centro de América, por tanto: la Asamblea nacional Constituyente de las provincias centroamericanas, en nombre y con la autoridad de todas las provincias que en ella están representadas, confirma y ratifica solemnemente y por unanimidad de sufragios la declaración de independencia absoluta y libertad de las provincias unidas del Centro de América”.

Presidentes de la República Federal de Centroamérica y sus provisorios:

El general Francisco Morazán de marzo 1836 al 9 de agosto de 1837; Manuel Julián Ibarra del 9 de agosto al 23 de octubre de 1823; de nuevo el general Francisco Morazán del 23 de octubre de 1837 al 3 de febrero de 1838; doctor Mariano Rivera Paz del 3 de febrero al 14 de abril de 1838; de nuevo el general Francisco Morazán del 14 de abril al 18 de mayo de 1838; Manuel Julián Ibarra del 18 de mayo al 19 de julio de 1838; de nuevo el general Francisco Morazán del 19 de julio a octubre de 1838 y Diego Vigil de octubre de 1838 al 8 de febrero de 1839.

Jefes del Estado de Guatemala y sus provisorios

Por Declaración del Congreso Constituyente de estar legítimamente instalado y constituido, que en él reside la representación del Estado y ser independiente y soberano, firmado en Antigua Guatemala el 16 de septiembre de 1824, los Jefes de Estado de Guatemala y sus provisorios fueron: jefe interino del Estado, doctor Alejandro Díaz Cabeza de Vaca, del 16 de septiembre al 12 de octubre de 1824. El primer Jefe del Estado de Guatemala fue Juan Barrundia, electo el 30 de septiembre de 1824, del 12 de octubre de 1824 al 6 de septiembre de 1826; Cirilo Flores del 6 de septiembre al 18 de octubre de 1826; Manuel José Arce, del 19 de octubre de 1826 al 2 de enero de 1827; licenciado José Domingo Estrada, del 2 de enero al al 1º. De marzo de 1827; licenciado Mariano de Aycinena y Piñol, electo el 7 de febrero de 1827, del 1º. de marzo al 24 de abril de 1827; de nuevo el licenciado Mariano Aycinena y Piñol, del 24 de abril de 1827 al 12 de abril de 1829; Mariano Zenteno, del 12 al 30 de abril de 1829; Juan Barrundia, del 30 de abril al 30 de agosto de 1829; doctor Pedro Molina, del 30 de agosto de 1829 al 9 de marzo de 1830; Antonio Rivera Cabezas, del 9 de marzo de 1830 al 10 de febrero de 1831; Gregorio Márquez, del 10 de febrero al 8 de agosto de 1831; Francisco Javier Flores, del 8 de agosto al 28 de agosto de 1831; doctor Mariano Gálvez, del 28 de agosto de 1831 al 7 de mayo de 1832; de nuevo doctor Mariano Gálvez del 27 de octubre de 1832 al 17 de mayo de 1833 (cuando presentó su renuncia); de nuevo doctor Mariano Gálvez, del 27 de octubre de 1832 al 17 de mayo de 1833 (de nuevo presentó su renuncia); de nuevo doctor Mariano Gálvez, del 17 al 23 de mayo de 1833; Simón Vasconcelos, del 24 al 31 de mayo de 1833; de nuevo doctor Mariano Gálvez, del 31 de mayo de 1833 al 21 de febrero de 1834; de nuevo Simón Vasconcelos, del 21 de febrero al 10 de marzo de 1834; de nuevo doctor Mariano Gálvez, del 10 de marzo de 1834 al 2 de febrero de 1835; Juan Antonio Martínez, del 2 de febrero al 25 de marzo de 1835; de nuevo doctor Mariano Gálvez (reelecto el 9 de febrero de 1835),  del 25 de marzo de 1835 al 10 de mayo de 1836; Mariano Sánchez de León, del 10 al 26 de mayo de 1836; de nuevo doctor Mariano Gálvez, del 26 de mayo al 16 de junio de 1836; doctor Pedro José Valenzuela, del 16 al 30 de junio de 1836; otra vez doctor Mariano Gálvez, del 30 de junio de 1836 al 21 de febrero de 1837; doctor Pedro José Valenzuela, del 21 de febrero al 7 de marzo de 1837; otra vez el doctor Mariano Gálvez, del 7 de marzo de 1837 al 2 de febrero de 1838; doctor Pedro Valenzuela, del 2 de febrero al 20 de junio de 1838.

En esos días había surgido un movimiento guerrillero conservador encabezado por el guerrillero campesino Rafael Carrera Turcios un analfabeto que, con el apoyo de los conservadores y de la Iglesia Católica, amenazaba seriamente la estabilidad del Estado. Y también se había presentado una epidemia desconocida que resultó ser cólera morbus, de la cual los conservadores y los curas aprovecharon para acusar al doctor Gálvez de haber envenenado los ríos y el agua supuestamente para envenenar a los conservadores. Y Gálvez se vio obligado a renunciar y su renuncia fue aceptada por unanimidad en la Asamblea, y se iniciaría un período de incertidumbre en el Estado de Guatemala, del que el gran beneficiado sería Rafael Carrera. Cuando Morazán arribó a la Ciudad de Guatemala, Gálvez ya había abandonado la jefatura del Estado y el grupo en el poder le otorgó plenos poderes para enfrentar a Carrera.

Cuando Gálvez aun no había renunciado, se mantuvo en su casa de la ciudad de Guatemala, desde donde veía cómo todos sus esfuerzos se iban derrumbando. Porque legalmente él era el Jefe de Estado. Cuando la situación estaba fuera de control para los liberales, Gálvez renunció y huyó a México, donde finalmente murió tranquilamente el 29 de marzo de 1862 tras una vida espléndida en ese país. Antes de morir, Gálvez repitió la famosa frase de Escipión el africano “Patria ingrata: no poseerás mis restos”. No obstante, en 1920 el gobierno del presidente Carlos Herrera gestionó la repatriación de sus restos, que hoy descansan en la antigua escuela de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de San Carlos en la zona 1 de la Ciudad de Guatemala.

Entonces se nombró Presidente del Consejo, encargado de la Jefatura del Estado al doctor Mariano Rivera Paz, del 20 de junio al 13 de julio de 1838; y le siguió el doctor Pedro Valenzuela del 13 al 25 de julio de 1838. Le siguió el Consejero del Jefe del Estado de Guatemala, doctor Mariano Rivera Paz, del 25 de julio de 1838 al 30 de enero de 1839.

Presionada por el general Morazán, la Asamblea impuso al general Carlos Salazar (nombrado Jefe Provisorio del Estado el 29 de enero de 1839), del 30 de enero al 12 de abril de 1839 y el doctor Mariano Rivera Paz publicó dos protestas los días 30 y 31 de enero de 1839, en una de las cuales dicen al renunciar él y dos secretarios: “A levantarse de sus sillas 30 de enero de 1839protestan solemnemente ante el Ser Supremo y los hombres que no dejan espontáneamente la administración pública, para que en ningún tiempo puedan los pueblos del Estado decirles “Nosotros os colocamos al frente de nuestros negocios y vosotros cobardemente los abandonasteis”.

Luego siguió el Consejero Jefe del Estado de Guatemala, el doctor Mariano Rivera Paz, del 13 de abril al 20 de octubre de 1839; y después el Jefe interino del Estado de Guatemala, doctor Mariano Rivera Paz, del 20 de octubre al 29 de noviembre de 1839.

Obsérvese cómo se sucedían cada corto tiempo los políticos civiles tras de ejercer sus cargos durante períodos sumamente cortos. (Continuará)