EL CIRCO ELECTORAL EN EE.UU.

American flag flying in the windBandera de las barras y las estrellas de los Estados Unidos de América 

La bandera de los Estados Unidos de América es conocida también como the Stars and Stripes (estrellas y barras) Old Glory (Vieja gloria) y the Star-Spangled Banner (y la bandera de las barras y las estrellas), consta de trece franjas horizontales rojas de igual tamaño, siete rojas y seis blancas alternadas, y un rectángulo azul en el sector del cantón superior izquierdo con cincuenta estrellas blancas de cinco puntas. Las barras representan a las trece colonias originales que se independizaron del Reino Unido y las 50 estrellas por los cincuenta estados que actualmente forman la Unión Americana.

Las elecciones presidenciales

El proceso electoral para sustituir al actual presidente, Barack Hussein Obama II, después de que este hubo desempeñado ese cargo a partir del año 2009, o sea durante dos períodos comprendidos de 2009 a 2013 y de 2013 a 2017. Tradicionalmente, antes se creía que después de haber desempeñado la presidencia durante dos períodos un demócrata o un republicano, lo habitual ha sido que le sustituya un republicano. Por lo cual se especulaba que, después de dos períodos de un presidente del partido Demócrata, el siguiente mandatario sería del partido Republicano, como había venido ocurriendo, pero eso era antes de que Trump ganara la Convención Republicana y, por ende, la candidatura presidencial del partido Republicano, porque el esquema cambió radicalmente con la aparición de este individuo tan peculiar, un magnate multimillonario ajeno a la actividad política que desde el principio se caracterizó por tener un carácter intemperante y ser totalmente ignorante de la política. A partir de entonces, debido a la personalidad de Trump, la competencia entre los dos candidatos se convirtió en un circo porque ha carecido de auténtica calidad política.

Pero que no se crea que ellos dos han sido los únicos candidatos presidenciales en esta campaña, porque también hay otros, aunque de menor importancia en cuanto a su popularidad y potencial político. A continuación les muestro los candidatos presidenciales en los Estados Unidos de América. Tal parece que esta vez el país más poderoso del mundo, militar y económicamente, se está comportando como un país subdesarrollado, como uno de tantos países denominados despectivamente como una “banana Republic”. Es lamentable que unas elecciones presidenciales que tienen lugar en ese gran país, hayan caído tan bajo como consecuencia de la ignorancia y estupidez del candidato Republicano, que desde el principio ha venido amenazando con que si gana las elecciones y asume la presidencia, va a levantar una pared entre los Estados Unidos y México para impedir que entren más indocumentados mexicanos y demás hispanoamericanos, a quienes ha acusado de ser criminales, asesinos y narcotraficantes; que va a echar el territorio norteamericano a todas las personas que no estén debidamente documentadas; que va a dejar sin efecto los tratados de libre comercio que, según él, han beneficiado a los demás países pero han perjudicado la economía de los Estados Unidos; que va a imponer impuestos más bajos para los capitalistas para que regresen sus fábricas que han trasladado a México porque allí los salarios de los trabajadores y los impuestos son más bajos; se ha pronunciado reiteradamente contra México, Canadá y China; contra los países árabes, contra el Islam; ha criticado y atacado severamente a numerosas personas, etcétera, etcétera. En resumidas cuentas, es un fascista sumamente imbécil.

hrc_in_iowa_apr_2015_crop2Hillary Clinton, candidata del partido Demócrata

Hillary Diane Rodham Clinton, más conocida simplemente como Hillary Clinton, es una brillante abogada y política estadounidense, nacida en Chicago actual candidata por el Partido Demócrata a la presidencia de los Estados Unidos en las elecciones de noviembre de 2016, nacida en Chicago, Illinois, el 26 de octubre de 1947, o sea que tiene 69 años de edad. Asistió al renombrado Wellesley College, donde se graduó en 1969 y en 1973 obtuvo su título de la Facultad de Derecho de la Universidad de Yale. Luego de ejercer como asesora parlamentaria en temas legales, se mudó a Arkansas, donde se casó con William Clinton en 1975. En 1977, Rodham cofundó una organización sin fines de lucro denominada Defensores para Niños y Familias de Arkansas. Se convirtió en la primera mujer en presidir la Corporación de Servicios Legales en 1978 y, al año siguiente, fue nombrada como la primera socia mujer en el Rose Law Firm y fue catalogada por la barra norteamericana como una de las 14 mejores abogadas del país. Como “Primera Dama” de Arkansas (1979-81, 1983-92), dirigió un grupo de trabajo cuyas recomendaciones ayudaron a reformar las estructuras políticas y sociales. Es la primera mujer candidata en obtener ese estatus de parte de uno de los partidos más importantes de Estados Unidos.  fue “Primera Dama” de Arkansas de 1983 a 1992 cuando su esposo era Gobernador de ese estado; fue “Primera Dama” de los Estados Unidos de América de 1933 a 2001 cuando su esposo (William Clinton) fue presidente de ese país; fue senadora junior representando a Nueva York de 2001 a 2009; se desempeñó como la sexagésima séptima Secretaria de Estado de los Estados Unidos de América de 2009 a 2013. En el año 2000 fue elegida  como la primera mujer senadora de Nueva York, siendo la única “Primera Dama” estadounidense que se ha postulado a un cargo público. Luego de los ataques terroristas en las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York, ocurridos el 11 de septiembre del 2011, respaldó las acciones militares estadounidenses en Afganistán. También votó a favor de la resolución de la guerra en Irak, pero posteriormente, se opuso a la administración de George W. Bush en el manejo de la Guerra en Irak  y en la mayoría de sus políticas internas. Fue reelegida como Senadora en 2006. En su postulación a la presidencia en 2008, Clinton ganó más primarias y delegados que ninguna otra candidata mujer, pero perdió la nominación demócrata ante Barack Obama. Lo cual significa que ha tenido una extraordinaria experiencia política y un gran aprendizaje de la administración pública durante más de 30 años. Como dijo el presidente Obama, nunca en la historia política de ese país ha habido una persona tan preparada para llegar a la Casa Blanca.

donald_trump_by_gage_skidmore_10Donald J. Trump, candidato del partido Republicano

Donald John Trump nació en Queens, Nueva York, el 14 de junio de 1946, o sea que tiene 70 años de edad. Es un empresario, político, personalidad televisiva desde que tiene a su cargo y protagoniza un programa televisivo. Es presidente de la Trump Organization y fundador de la fracasada empresa de hotel y juegos de azar Trump Entertainment Resorts, que tuvo que vender y ahora es propiedad de Carl Icahn; Donald Trump es una celebridad televisiva desde que fue el presentador del reality show “The Apprentice”, que transmitió la cadena NBC entre 2004 y 2015. También compró los derechos para el concurso de Miss Universo y en durante ese tiempo acosó a varias competidoras e insultó a la bella Miss Universo venezolana Alicia Machado, a quien llamó “marranita” porque había engordado un poco.

Donald Trump es hijo de un empresario inmobiliario de Nueva York en cuya compañía, Elizabeth Trump & Son, trabajó mientras estudiaba en la Escuela de Negocios Warton de la Universidad de Pensilvania. En 1968, se unió oficialmente a esa sociedad, que controla desde 1971, cuando la renombró Trump Organization. En los años 1990 la empresa entró en bancarrota comercial  y se declaró en quiebra convenientemente para dejar de pagar los impuestos como consecuencia de haber fracasado en inversiones millonarias, pero en la década siguiente se recuperó, lo cual le reportó una fortuna de varios miles de millones de dólares.

Su campaña para obtener la candidatura del partido Republicano para ocupar la Casa Blanca se caracterizó desde su inicio por una gran atención mediática a nivel nacional e internacional debido a la sucesión de declaraciones polémicas. Por sus discursos incoherentes se identificó como un racista y misógino. Sus propuestas más repetidas consisten en la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México y una política dura contra la inmigración ilegal, además de una prohibición temporal de la entrada a los Estados Unidos de musulmanes. En lo económico, aboga por modificar la política comercial del país y fortalecer la producción nacional en detrimento de la deslocalización, en consonancia con posiciones proteccionistas para los grandes capitales. Es una persona ignorante y vulgar como no ha habido antes ningún otro candidato como él. Afortunadamente, a estas alturas del juego electoral considero que no tiene ni la menor posibilidad de ganar las elecciones el próximo 8 de noviembre. Dicho coloquialmente, este arroz ya se coció.

La escritora y columnista de la revista ContraPoder María Olga Paiz, en su artículo titulado “Trump, el azote”, se refiere a él de la siguiente manera: “Si Trump no es un racista y un misógino, ciertamente hace una buena interpretación de serlo. Las agresiones sexuales de las que presume, el descaro con que admite no haber pagado impuestos, las burlas, insultos y constantes diatribas contra mujeres, afroamericanos, musulmanes, veteranos y sordos han espantado al mundo civilizado. Pero nada que diga en los debates o tuitee de madrugada, parece disuadir al votante duro de Trump, quien le sigue como un rebaño a su pastor.” Y en si siguiente párrafo agrega: “Trump atrae a quienes, como él, no soportan la idea de ser gobernados por una mujer, aquellos que llegarían a cualquier extremo con tal de no ver a Hillary Clinton en la Oficina Oval, como muchos sandrofóbicos aquí. Su retórica fascista es un imán para fanáticos como David Duke, antiguo líder del Ku Klux Klan y hordas de supremacistas”. Y más adelante agrega en otro párrafo de su brillante artículo: “Es más fácil meter a los votantes de Trump en la canasta de los ignorantes, los fanáticos, los racistas, los extremistas violentos,los anárquicos, los retrógrados, los estúpidos. Descontar el fenómeno, además, como uno de masas manipulables de ignorantes, que tratar de entender las razones válidas que han llevado a los votantes al redil del candidato republicano”. Y concluye: Ellos no están descontentos. No están tan solo irritados. Su temor, me parece, es más grande que sus presuntos prejuicios racistas. Y ese  temor engendra una rabia inmensa que trasciende cualquier consideración moral o cívica y les hace invocar a ese dios belicoso, ese dios del trueno”. Y finaliza diciendo: “Trump se quitó las esposas de la corrección, incluso se muestra dispuesto a arrastrar con su eventual derrota al propio sistema electoral. Después de su excomunión  política por varios líderes republicanos, ya nada contendrá al candidato. Los exabruptos que alienan a algunos votantes indecisos arreciarán. Pero su pueblo, el pueblo que aclama a ese dios del azote y la tormenta, de cualquier forma votará por él, el 8 de noviembre.”

A lo cual yo me adhiero, aunque conozco bien a ese pueblo porque he vivido en sus entrañas, y se que hay muchos de esos que describe tan bien María Olga Paiz. Es más, Trump ya ha comenzado a gritar a los cuatro vientos que va a haber un fraude electoral y que él va a rechazar el resultado. Y aunque no estén de acuerdo con él los dirigentes del partido republicano, puede llegar a causar una situación conflictiva muy peligrosa, que podría llegar a contribuir a causar el punto final del imperio norteamericano.

Yo estoy totalmente convencido de que Hillary Clinton será la ganadora en el debate de hoy en particular y de las elecciones que se celebrarán el próximo 8 de noviembre. Aunque no hay que hacerse muchas ilusiones en cuanto a su comportamiento en la Casa Blanca, y hay que tomar en cuenta que ella no es precisamente lo que se podría llamar una perita en dulce y tiene ideas políticas que pueden causar problemas a nuestro país.

gary_johnson_june_2016Gary Johnson, candidato libertario.

jill_stein_by_gage_skidmoreJill Stein, candidata del partido Verde

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Darrell Castle, Constitución
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Roque De La Fuente, Independiente.
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Evan McMullin, independiente. 
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Laurence Kotlikoff, independiente.

Pero al final de cuentas, los únicos dos candidatos importantes son el candidato del partido Republicano, Donald Trump, y la candidata del partido Demócrata, Hillary Clinton. Y entre estos dos ha habido dos “debates” anteriores: el primero se realizó en la Universidad Hofstra de Nueva York y fue moderado por el presentador de la cadena televisiva NBC Lester Holt, está previsto abordar asuntos de seguridad nacional, prosperidad económica y otros asuntos clave sobre el futuro del país. La Comisión para los Debates Presidenciales decidió que sólo se presentarían Clinton y Trump, y se descartó a otros dos aspirantes, el libertario Gary Johnson y la “verde” Jill Stein, porque no llegaron al 15 % en las encuestas de opinión. El debate se dividió en segmentos de 15 minutos cada uno.

En el primer debate, los candidatos tuvieron dos minutos cada uno para contestar a una decena de preguntas del moderador, el veterano periodista Lester Don Holt, de 57 años, presentador de noticias de la cadena NBC. Y luego podían debatir entre ellos. Fue indudable el triunfo de la señora Clinton porque demostró ser mucho más capaz que Trump. Los moderadores fueron El segundo debate fue en la universidad Washington de St. Louis, Misuri y los moderadores fueron Martha Raddatz, una periodista veterana del canal ABC News, y el presentador de CNN Anderson Cooper.

Me parece que en toda la historia política de ese país jamás había habido un candidato presidencial de tan poco calidad política como Donald Trump y, como es natural, debido a su escasa cultura y total desconocimiento político, en vez de abordar estos temas se dedicó a alabarse a sí mismo y a hacer ataques de tipo personal contra su opositor

 El tercer “Debate” de hoy

Hoy, miércoles 19 de octubre del año 2016, a partir de las 7 de la noche (hora de Guatemala) se desarrollará el tercero y último “debate” entre los dos candidatos presidenciales de los dos principales partidos políticos de los Estados Unidos de América, la brillante abogada Hillary Rodham Clinton, ex primera dama de ese país durante la presidencia de su esposo, Bill Clinton, ex Senadora por el estado de Nueva York, ex precandidata presidencial contra Barack Obama, ex Secretaria de Estado, por el partido Demócrata, y el magnate inmobiliario Donald John Trump, por el partido Republicano.  Y el 8 de noviembre próximo se celebrarán las elecciones presidenciales para el período comprendido de enero de 2017 a enero de 2021, en sustitución del actual presidente, el afroamericano Barack Obama.

debate2Esta foto fue tomada al principio del segundo “debate”, que tuvo lugar el 9 del mes en curso en la universidad Washington de St. Louis, cuando los dos candidatos no se saludaron. Lo cual pareció muy bien de parte de la señora Clinton porque no tenía por qué saludar a una persona que la ha insultado tanto.

Republican presidential nominee Donald Trump shakes hands with Democratic presidential nominee Hillary Clinton during the second presidential debate at Washington University in St. Louis, Sunday, Oct. 9, 2016. (AP Photo/John Locher)
Entre las muchas estupideces que dijo Trump, amenazó con que si llegaba a la presidencia iba a nombrar un fiscal especial para investigar y meter en la cárcel a la ex primera dama, ex senadora y ex Secretaria de Estado. No obstante lo cual, se despidieron dándose la mano. Lo cual fue mal visto porque la señora Clinton no debió hacerlo.  Si pudiese hacerle llegar mi consejo, es que lo ignore en este “debate”. Que diga que no puede sostener una discusión inteligente con una persona como él.

El voto popular no elige al presidente en EE.UU.

A cada estado le corresponde un cierto número de electores según el tamaño de su población.

En Estados Unidos de América el voto popular directo no elige el presidente. Esa función recae sobre un colegio electoral de 538 electores provenientes de los 50 estados y el Distrito de Columbia (la capital) que depositan los votos por el candidato que haya ganado en su estado. Quien acumule 270 o más votos electorales, gana la presidencia.

El colegio electoral fue instituido por los representantes de los estados que conformaron la unión de la república, a finales del siglo XVIII, con el propósito de proteger los intereses de cada estado individual y evitar el dominio de las regiones más pobladas del país.

Por lo general, quien gana el voto electoral gana también el voto popular pero ha habido antecedentes en los que sucedió lo contrario, por lo que los críticos dicen que el sistema es anticuado, antidemocrático y no representa los intereses del pueblo.

También podría darse un empate de votos electorales y, de ocurrir, la decisión final podría recaer sobre la Cámara de Representantes y donde las delegaciones de cada estado votan en bloque o sea, un voto por delegación. Se podría dar el caso que el presidente sea elegido con apenas 26 votos.

Cambiar el sistema, sin embargo, sería una jaqueca constitucional.

Estados grandes vs. pequeños

sistema del colegio electoral se enseña en los colegios.

En 1787, representantes de los 13 estados que se unieron para formar los Estados Unidos de América y el Distrito de Columbia se reunieron en una Convención Constitucional para discutir la mejor manera de elegir a sus líderes que fuera justa, equilibrada y representativa de todos.

La elección directa por voto popular se descartó en aras de proteger a los estados más pequeños del poder de los grandes. Hay que recordar que la independencia de los estados era, y sigue siendo, parte fundamental de la estructura política del país.

Los estados con menor población temían que sus intereses no fueran abordados a nivel nacional. Particularmente los estados sureños con muchos esclavos, como Virginia, cuya población con derecho al voto era reducida, así que en una elección popular directa no ejercería mucha influencia.

Estados con más votos electorales

CALIFORNIA……….. 55

TEXAS……………….. 38

FLORIDA……………. 29

NUEVA YORK……….29

ILLINOIS………………20

PENNSYLVANIA…….20

OHIO……………………18

Se decidió crear un colegio electoral al que cada estado aporta electores según el tamaño de su población pero con ciertos ajustes para equilibrar las cosas. El número de electores de cada estado se establece de acuerdo a cuántos representantes envía la Cámara Baja y cuántos senadores a la Cámara Alta.

Como los estados con mayor población envían más representantes a la Cámara Baja, es lógico que tengan más electores en el colegio electoral, pero se ajusta con los electores correspondientes a los senadores puesto que cada estado envía únicamente dos al Congreso, no importa su tamaño.

El Distrito de Columbia, Washington DC, por no ser un estado no tiene ni senadores ni representantes con voto en el Congreso pero se le otorgan tres electores para los comicios presidenciales como parte del mismo método de controles y ajustes.

En la actualidad, 538 miembros conforman el colegio electoral. California, el estado más populoso, aporta 55; Wyoming, uno de los menos poblados, aporta tres.

El ganador se lo lleva todo

Obama pasó la mayoría del tiempo haciendo campaña en estados péndulo como Ohio.

Cada estado realiza su propia elección presidencial interna. Básicamente, cuando el ciudadano de un estado deposita su voto por un candidato presidencial su deseo es que se envíen todos los electores de su estado al colegio electoral a votar por el candidato que escogió y así se hace si ese candidato obtiene la mayoría del voto popular en el estado.

Aunque no es ley en todos los estados, los electores tienen el compromiso de depositar sus votos electorales a favor del candidato que ganó en sus estados. En 2012, quien reciba 270 o más votos electorales gana la presidencia de Estados Unidos.

Sin embargo, es un sistema en el que el ganador se queda con todo y el que muchos consideran ha tergiversado la representación del pueblo en sus líderes y la forma como estos hacen campaña.

El sistema que tenemos es muy enredado y no representa la voluntad del puebloDixie Swanson, autora de “El Presidente Accidental”

Si un candidato gana por un voto directo en California, se lleva todos los votos electorales. De la misma manera, si gana por cinco mil votos directos en Wyoming, se lleva apenas tres votos electorales.

Dixie Swanson, ex asesora de un grupo de presión en Washington y autora de la trilogía “El Presidente Accidental”, aboga por el establecimiento del voto popular para la elección presidencial.

“El sistema que tenemos es muy enredado y no representa la voluntad del pueblo”, dijo a BBC Mundo. “Los estadounidenses somos un pueblo sencillo, vamos a votar por Romney o por Obama y no queremos intermediarios entre nosotros y nuestro voto.

Estados olvidados

es crucial para Mitt Romney y su campaña fue intensa en este estado.

Swanson dice que con el ganador en un estado llevándose todos los votos electorales se viola el derecho fundamental de “una persona un voto”. Añade que, para propósitos de campaña, los candidatos solo se concentran en aquellos estados donde tienen posibilidad de ganar, olvidándose del resto.

“Dedican toda su atención a los estados ‘péndulo’ como Florida, donde dicen lo que allí quieren oír para ganar ese voto y luego van a Iowa a decir otro tanto para llevarse la elección allí”, comentó.

Lo que señala Dixie Swanson se puede resaltar con el poco tiempo que han dedicado Barack Obama y Mitt Romney a estados como California, Nueva York o Nueva Jersey, que están asegurados para el presidente, o en Texas, Arizona y los estados del sur, firmemente en el bolsillo del candidato republicano.

“Somos un solo país. No es necesario poner una barrera entre el pueblo y la elección del presidente”: Dixie Swanson, autora de “El Presidente Accidental”

La autora de “El Presidente Accidental” sostiene que la manera como los candidatos juegan con el sistema de voto electoral ha eliminado el propósito original de reconocimiento a todos, no importa el tamaño. Con la adopción del voto popular, los candidatos tendrían que dirigirse a toda la nación, sostiene.

El colegio electoral no ha cambiado. Solo fracasado. 1824 fue al la cámara de representantes. 1876, 1888 y 2000. La persona que ganó el voto popular perdió el electoral y no fue presidente. Pero ya está anticuado.

“Somos un solo país. Ya tenemos mucha oportunidad de tener representación estatal en la Cámara de Representantes y el Senado. No es necesario poner una barrera entre el pueblo y la elección del presidente”.

Para Swanson, el fracaso del colegio electoral es patente cuando el presidente es elegido por ellos más no por el voto popular. Esto sucedió ya en 1824, 1876, 1888 y, más recientemente, en 2000, cuando George W. Bush ganó la presidencia contra Al Gore con 271 votos electorales pero no con la mayoría del voto popular.

“No queremos tener Bush contra Gore otra vez. Dependemos de la certidumbre de nuestras elecciones de lo contrario sufre la transición suave de poder, sufre la democracia y sufre el pueblo pues no es su decisión quién gana”, recalcó Swanson.

Empates y otras particularidades

Con una elección basada en el voto popular, en el que se cuentan millones de sufragios, la posibilidad de un empate es prácticamente inexistente. Con el sistema del voto colegiado, en el que se manejan apenas 538 votos, esa posibilidad es mayor. En las elecciones de 2012, por lo menos, los analistas han formulado 38 escenarios posibles donde se puede dar un empate entre los dos candidatos.

Aquí las cosas se complicarían pues no todos los estados requieren que sus electores se adhieran al candidato que se les ha encomendado según el resultado de la votación popular.

En la elección de Bush contra Gore, fue una pesadilla para este país. Tenemos un período de transición entre la elección e inauguración. Son dos meses y medios cruciales para una transición suave. Con el colegio electoral, si hay un empate, no sabremos hasta la primera semana de enero quién será presidente.

Si algún elector decide cambiar el voto -se les conoce como electores infieles- sería concebible que una persona que nadie conoce, determine quién sea el próximo presidente. “Eso simplemente viola todos los principios democráticos de nuestro país”, advirtió Dixie Swanson.

Se han dado incidentes en que los electores cambian de parecer pero no han afecta la el resultado de la elección. Pero en esta ocasión, la contienda es tan cerrada que eso podría pasar. Podría volverse en una batalla campal entre electores.

Dependemos de la certidumbre de nuestras elecciones de lo contrario sufre la transición suave de poder, sufre la democracia y sufre el pueblo pues no es su decisión quién ganaDixie Swanson, autora de “El Presidente Accidental”

Si persiste el empate, quedaría en manos de la Cámara Baja elegir al presidente. En ese caso cada delegación de cada estado tiene derecho a un voto. Los representantes de cada estado tendrían que decidir entre ellos por quién dar su voto conjunto y, como se pronostica que esta cámara tendrá mayoría republicana, Mitt Romney sería presidente en caso de empate.

Por otra parte, según la Constitución, el Senado estaría encargado de elegir vicepresidente y, como se prevé que estará controlado por los demócratas, ese cargo recaería sobre Joe Biden. Serían un presidente republicano y un vicepresidente demócrata generando seguramente un gobierno muy curioso.

“Hay algunos que piensan que no sería una mala idea tener un verdadero gobierno bipartidista pero es no es por lo que votamos”, expresó Dixie Swanson.

Aunque los partidos políticos en algunos estados se oponen a cambiar el sistema electoral porque estiman que perderían influencia, varias encuestas indican que hay apoyo para adoptar el sistema de elección popular directa.

Eso requeriría un cambio a la Constitución, lo que significa la aprobación de dos terceras partes en ambas cámaras del Congreso y la aprobación de tres cuartas partes de las legislaturas estatales. Como van las cosas en Estados Unidos, el horno no está para bollos.

Veremos con mucha atención el “Debate” de hoy, aunque ya es bien sabido que no puede haber un debate inteligente entre una mujer inteligente y preparada como lo es la señora Hillary Clinton, con un patán imbécil, ignorante y fascista, que lo único que tiene es dinero. Pero con tanto dinero no se pueden comprar ni inteligencia ni preparación en un supermercado. Veremos qué pasa hoy. Aunque me tranquiliza mucho saber que el veterano periodista político Chris Wallace, hijo de mi desaparecido compañero de estudios y amigo Mike Wallace, será el moderador, que no va a permitir a Trump sus acostumbrados exabruptos.

Caricatura de Fo

Para terminar, está tan difícil la situación de los Estados Unidos por las elecciones presidenciales entre los candidatos Hillary Clinton y Donald Trump, y las elecciones por la presidencia de la Junta Directiva del Congreso de la República, entre los diputados Oliverio García Rodas y Mario Taracena Díaz-Sol, que el genial caricaturista Fo publicó esta mañana esta caricatura:

Personaje: Efraín Ríos Montt.

Twitter @jorgepalmieri.com