Nos sorprendió muchísimo leer ayer en el periódico Prensa Libre la Encuesta número 7 de Vox Latina, según la cual salieron empatados, con una mínima diferencia de un décimo de 1 punto, pero con un margen de error de 4.1 por ciento, los candidatos presidenciales ingeniero Álvaro Colom Caballeros, postulado por el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) y el general retirado Otto Pérez Molina, postulado por el partido denominado Patriota (PP), el primero con 31.7 por ciento y el segundo con 31.8 por ciento de intención de voto.
Lo más sorprendente de ese resultado es que no se puede creer que el militar de la ?mano dura? haya podido subir tanto en tan corto tiempo para alcanzar y pasar al candidato que en la encuesta anterior le sacaba una ventaja de cerca de diez por ciento en la intención de voto de los encuestados.
Como resultado de esta publicación, ya está cantando victoria prematuramente el señor Alejandro Sinibaldi, jefe de la campaña del PP y candidato a diputado, no obstante que se ha anunciado que será ministro de Comunicaciones si acaso llega a ganar las elecciones el general Pérez Molina. Sinibaldi declaró que el resultado obtenido en esa encuesta, con un décimo de 1 punto de ventaja para el militar retirado, sobre el candidato civil, garantiza irremediablemente el triunfo del candidato del PP y la derrota del candidato del UNE.
Mientras que, al mismo tiempo, el candidato civil del UNE ha declarado con cautelosa madurez que hay que esperar el resultado de la votación del próximo domingo, pasado mañana, para comprobar si se confirma la supuesta ventaja de su contrincante en la encuesta de Vox Latina.
Me parece que es sumamente prematuro de parte de Sinibaldi cantar victoria a estas alturas y demuestra una falta de madurez que en política no es aconsejable, ni produce buenos resultados. Si en verdad fuese legítimo el resultado de la encuesta que publicó ayer Prensa Libre, no se está tomando en cuenta que -a huevo- tendrá que haber una segunda vuelta electoral y entre la primera y la segunda habrá un período de dos meses para hacer negociaciones políticas y consensuar alianzas con los dirigentes de los partidos que no van a participar en la segunda vuelta y puedan ejercer influencia disciplinada entre sus afiliados y demás votantes, aunque la experiencia ha demostrado que usualmente los votos no son endosables en una segunda vuelta.
En este sentido, falta por ver si en la segunda vuelta electoral, que tendrá que dice la Constitución Política que debe hacerse cuando ninguno de los candidatos obtiene mayoría absoluta en la primera vuelta, las personas que hayan votado por el candidato presidencial de los partidos GANA y FRG, y los demás candidatos, están dispuestos a votar por Pérez o por Colom. Porque una insignificante diferencia de un décimo de 1 punto podría ser fácilmente rebasada. Si es verdad que en tan corto tiempo el general Pérez subió un 1.9 por ciento de intención de voto, nada podría impedir que el ingeniero Colom lo rebase durante los dos meses que hay entre el 9 de septiembre y el 4 de noviembre.
En todo caso, sería prudente de parte del PP esperar a ver si la encuesta que va a publicar mañana Siglo Veintiuno coincide puntualmente con la que hizo Vox Latina por encargo de Prensa Libre y ha causado el prematuro e inmaduro triunfalismo de quienes apoyan al militar que tiene experiencia castrense pero escasa experiencia política, y no al civil que ha tenido larga experiencia política y ha demostrado en los diferentes cargos públicos que ha desempeñado, satisfactoriamente, que tiene la preparación y la capacidad que son indispensables para dirigir el destino de un país como el nuestro, que apenas está restañando sus heridas como consecuencia de tantos años seguidos de regímenes militares autoritarios y del enfrentamiento armado que provocó la intolerancia política.
Coincidentemente, ayer publiqué en este blog un artículo que titulé Encuestas Manipuladoras, en referencia a las consultas amañadas que a veces se hacen por encargo de alguna entidad parcializada con el objetivo de influir en el ánimo de los votantes indecisos que esperan hasta el último momento para decidir por quién van a votar en las elecciones porque quieren hacerlo por quien pueda tener más probabilidades de ganar.
No quiero decir con esto que descarto por completo la posibilidad de que esta encuesta de Vox Latina sea legítima y creo que fue amañada para favorecer al general Pérez y perjudicar al ingeniero Colom y, por lo tanto, que el resultado de la encuesta sea falso. No tengo razones para dudar de la honestidad, seriedad e imparcialidad de Vox Latina que hizo esa encuesta por encargo de Prensa Libre entre el 29 de agosto y el 3 de septiembre entre mil doscientos entrevistados en toda la república; pero se debe tomar en cuenta que los resultados de las encuestas dependen de la forma como se plantean las preguntas y a quiénes se plantean. Porque cuando la intención es subir a uno de los candidatos y bajar a otro, la consulta se hace entre los parciales del primero y no entre los parciales del segundo.
Otro gallo habría cantado si esta encuesta hubiese sido hecha en territorios en los cuales la mayoría de la población está decidida a votar por el ingeniero Colom y no por el general Pérez. Por otra parte, reconozco que en las últimas cuatro elecciones en las que hemos participado, las encuestas que se habían hecho con anterioridad fueron bastante acertadas, con márgenes de error que rondan entre 0.5% y 1% en relacion al resultado final.
Sin embargo, es evidente la tendencia de la mayoría de los medios de comunicación escritos a inclinarse por el candidato del PP y no por el candidato del UNE. No se puede negar que en este proceso electoral ha habido una notoria influencia mediática y hay ciertos poderosos sectores económicos y empresarios millonarios que están empecinados en impedir a como dé lugar y por todos los medios a su alcance que pueda llegar a la Presidencia de la República el ingeniero Álvaro Colom. En otras palabras, hay ciertas personas que tienen intereses en algunos de los medios de comunicación escritos e influyen particularmente en los periódicos Prensa Libre, elPeriódico, Siglo Veintiuno, Nuestro Diario y Al Día, sin descartar a los cuatro canales de televisión abierta en los cuales ha sido más que evidente la preferencia del magnate mexicano Ángel González por el general Pérez Molina.
Por algo fue que volaron de inmediato a Miami en un viaje relámpago de pocas horas el general Pérez Molina con su inseparable compañera, la diputada Roxana Baldetti, y su jefe de campaña Sinibaldi, supuestamente a “consultar” la estrategia a seguir en la segunda vuelta a un misterioso “asesor” cuyo nombre no revelaron, pero dicen que es uno de los tres mejores del mundo, y agregaron que de paso “aprovecharon el viaje” para saludar (y supongo que a agradecer) al mencionado magnate por la gran ayuda que les ha dado. Aunque hay analistas que creen que el viaje se debió a una estrategia de “psicología de victoria”.
En fin, lo aconsejable en este caso es no precipitarse tanto para creer que es inamovible y definitiva esa pinche ventaja de un décimo de 1 punto por ciento que la Encuesta de Vox Latina dice que ha sacado el general Pérez al ingeniero Colom, o si todavía tendría tiempo y posibilidad el ingeniero Colom para revertir en los próximos dos meses venideros ese resultado que supuestamente le ha sacado el general Pérez Molina.
¡Me resisto a creer que el pueblo de Guatemala tenga vocación para preferir tener un gobierno con presidente militar! ¡Tiene que haber un límite para soportar ser llevados por mal! Esa “mano dura” que es el eslogan del general Pérez anuncia otro régimen autoritario que ya no deberíamos aceptar en nuestro país. Parece mentira que no se comprenda que es demasiado arriesgado llevar a la presidencia a un militar que pueda tratar de ser émulo del grotesco dictador Hugo Chávez de la sufrida Venezuela.